Obtener un salvoconducto de los Reyes Católicos no es cosa sencilla, pero Cristobal Colón necesitaba algo más que financiación y los mejores hombres para poder hacer el afamado viaje del descubrimiento. El almirante no sabía a ciencia cierta donde le llevarían la mar o sus carabelas, así que que esta ayuda era más que bien recibida.
Salvoconducto de los reyes católicos a Cristóbal Colón
A continuación les muestro las imágenes de salvoconducto y su transcripción, espero sea de su agrado:
A los serenísimos e Ilustrísimos reyes y sus primogénitos, familiares consanguíneos y amigos nuestros, Fernando e Isabel, por la gracia de Dios, Rey y Reina de Castilla, etcétera., salud y prósperos sucesos; y a los ilustres, nobles y magníficos varones, sea Duque, Marqués, Conde, Vizconde, Barón, Señor y Señora de tierras, a las comunidades y a cada uno de sus miembros, los benévolos y devotos amigos nuestros, los capitanes, patrones y subpatrones de la navíos, Trirremes, birremes, ya los que navegan, bajo cualquier bandera, sueldo de alguien, y también a cualquier oficial y súbdito nuestro de cualquier cargo, grado, autoridad, preeminencia, y a todas y cada una de las personas a los que llegarán las presentes, salud.
Enviamos a Cristóbal Colón con tres carabelas por la mar Oceana hacia las Indias, por algunas causas y asuntos que conciernen al servicio de Dios y a la expansión de la fe ortodoxa y a nuestro beneficio y utilidad. y aunque creemos que por nuestra causa y amor lo tendríais bajo vuestra protección si por casualidad pasará por vuestras mares, puertos, playas, tierras, ciudades y otras partes de vuestro reinos, principados, dominios lugares y jurisdicciones, esto que deseamos que con sus naves, hombres, armas, bienes, cosas y mercaderías que consigo lleva sea bien tratado, por eso afectuosa y encarecidamente os rogamos a vosotros serenísimos Reyes, y primogénitos, a las personas de cualquier grado, condición y dignidad a cuyos mares, puertos, playas, tierras, ciudades y jurisdicciones llegaré dicho Cristóbal Colón, qué, por consideración nuestra, queréis tenerlo bajo vuestra protección y le permitáis ir seguro y ser bien recibido, el los navíos y acompañantes que con el van, en vuestro reinos, principados, ciudades, fortalezas y tierras, puertos y playas; y que además le ayudéis, en la atención hacia nosotros, a requerimiento suyo, y permitáis, y órdenes proveerle de todo lo necesario para mantenimiento y pertrechos de los navíos, pagando, desde luego su precio y que ordenéis a los jefes y guardianes le permitan ir seguro sin pago de derecho o Gabela alguna.
Sí como esperamos lo hacéis así, ellos no será muy grato y además, si sucede que los vuestros navegan por nuestros mares, no solo por así acostumbrarlo, sino también en atención hacia vosotros, los tendremos bajo nuestra protección, y vosotros, oficiales y súbditos nuestros, los nos haréis un extraordinario servicio y no caeréis en las penas en que incurren los que transgreden las voluntades reales.
Dado en la ciudad de Granada el XVIº de abril del año del señor MCCCCLXXXXIIº
Yo el Rey Yo la Reina
El Rey y la Reina me ordenaron esto a mí, Juan de Coloma.