Saltar al contenido
Tras la última frontera

La Alianza que Transformó América: Pizarro, Almagro y Luque en la Conquista del Perú

  1. La Conquista del Perú y sus Artífices
  2. El Origen de la Alianza: Pizarro, Almagro y Luque
  3. La Empresa Conquistadora y los Conflictos Internos
  4. Cómo la Conquista Cambió el Mundo
  5. Conclusión: Un Triunfo que Dio Nacimiento al Esplendor del Virreinato del Perú

La Conquista del Perú y sus Artífices

La conquista del Perú fue uno de los eventos más trascendentales de la historia del continente americano, una hazaña que no solo significó la caída del poderoso Imperio Inca, sino que también marcó el inicio de una nueva era en la región andina. Este logro, sin embargo, no fue obra de un solo hombre, sino el resultado de la colaboración entre tres figuras clave: Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque. Juntos, formaron una alianza que les permitió llevar a cabo una de las campañas más ambiciosas de la historia colonial española.

Pizarro y manco inca

El Origen de la Alianza: Pizarro, Almagro y Luque

La historia de esta formidable alianza se remonta a principios de la década de 1520, en la entonces recién fundada ciudad de Panamá. Francisco Pizarro, un experimentado soldado de origen humilde, había llegado a América con el firme propósito de encontrar gloria y riquezas. Diego de Almagro, un explorador que también buscaba fortuna en el Nuevo Mundo, compartía con Pizarro la ambición de descubrir nuevas tierras y conquistar territorios.

Ambos hombres, aunque de carácter fuerte y con diferencias evidentes, reconocieron el potencial de unir fuerzas. No obstante, para poder emprender la expedición hacia el desconocido territorio del sur, necesitaban más que solo valentía; necesitaban recursos económicos y apoyo moral. Es aquí donde entra en escena Hernando de Luque, un sacerdote influyente y astuto que se unió a la empresa como financista. De Luque, con sus conexiones eclesiásticas y su capacidad para recaudar fondos, se convirtió en el tercer socio de esta ambiciosa aventura.

La alianza se formalizó en un evento simbólico en la iglesia de Panamá, donde, según las crónicas, Pizarro, Almagro y Luque partieron una hostia y juraron sobre las Santas Escrituras mantenerse fieles a su compromiso de explorar y conquistar las tierras del sur. Este pacto, aunque cargado de intenciones nobles y religiosas, también llevaba consigo la semilla de futuras desavenencias, ya que cada uno tenía sus propias expectativas y ambiciones personales.

Con este juramento, Pizarro, Almagro y Luque sellaron una alianza que estaba destinada a cambiar el curso de la historia en América del Sur.

La Empresa Conquistadora y los Conflictos Internos

Preparativos y Primeras Expediciones

Con su alianza sellada, Pizarro, Almagro y Luque se lanzaron a la ambiciosa empresa de conquistar el vasto y desconocido territorio al sur de Panamá, que según los rumores, albergaba inmensas riquezas. La expedición no fue una tarea fácil ni exenta de peligros. De hecho, las primeras incursiones, que comenzaron en 1524, estuvieron marcadas por una serie de fracasos. El terreno inhóspito, la resistencia de las poblaciones locales y la falta de recursos pusieron a prueba la determinación de los conquistadores.

Francisco Pizarro, como líder de la expedición, demostró una gran tenacidad. A pesar de las dificultades iniciales, que incluyeron un naufragio y la pérdida de muchos hombres, Pizarro logró mantener unida a la expedición. Diego de Almagro, por su parte, jugó un papel crucial al encargarse de abastecer y reforzar las tropas desde Panamá. Mientras tanto, Hernando de Luque, desde el fondo, continuó brindando el apoyo financiero necesario para sostener la empresa.

Retrato de Francisco Pizarro

En 1526, después de varias expediciones fallidas, Pizarro y sus hombres llegaron a la costa norte del Perú, donde entraron en contacto con las primeras poblaciones del Imperio Inca. Este encuentro fue un punto de inflexión. La visión de las riquezas y la organización del imperio reafirmó la decisión de los conquistadores de seguir adelante. Sin embargo, la verdadera conquista solo sería posible después de un arduo viaje de regreso a Panamá para conseguir refuerzos y obtener la autorización real para proceder.

Conflictos Internos: La Ruptura de una Alianza

A medida que se acercaba el momento decisivo de la conquista, las tensiones entre Pizarro y Almagro comenzaron a intensificarse. Aunque ambos compartían el mismo objetivo, sus personalidades y ambiciones divergían. Pizarro, más pragmático y ambicioso, deseaba asumir el control total de la expedición y las futuras riquezas. Almagro, quien había desempeñado un papel esencial en la organización y abastecimiento de las tropas, sintió que merecía una porción igual del botín y del poder que vendría tras la conquista.

La Capitulación de Toledo en 1529, un documento que formalizaba el derecho de Pizarro sobre los territorios conquistados, exacerbó las diferencias entre los dos. Aunque el acuerdo otorgaba a Almagro un reconocimiento, no le garantizaba el mismo estatus que a Pizarro, lo que generó resentimiento. Hernando de Luque, quien había sido una figura clave en la formación de la alianza, quedó en una posición cada vez más complicada, intentando mediar entre ambos sin éxito.

El conflicto entre Pizarro y Almagro culminó en 1538 con la guerra civil entre sus seguidores. Almagro fue capturado y ejecutado por orden de Pizarro, un evento que marcó el fin de su larga y turbulenta relación. Este trágico desenlace no solo selló la suerte de Almagro, sino que también dejó una profunda cicatriz en la historia de la conquista del Perú.

Cómo la Conquista Cambió el Mundo

El impacto de la conquista del Perú por Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque fue profundo y de largo alcance. La caída del Imperio Inca, una civilización altamente desarrollada y poderosa, no solo significó la expansión del dominio español en el Nuevo Mundo, sino que también abrió una nueva era de riqueza y poder para la Corona española.

Después de la derrota de los incas, el territorio conquistado fue reorganizado bajo el Virreinato del Perú, establecido oficialmente en 1542. Este virreinato se convirtió en uno de los centros más importantes del Imperio español, con Lima como su capital, a menudo llamada “La Ciudad de los Reyes”. Bajo el dominio español, el Perú se convirtió en una de las regiones más ricas del mundo, gracias en gran parte a sus vastas minas de plata, especialmente las de Potosí. Estas riquezas no solo beneficiaron a España, sino que también tuvieron un impacto global, alimentando el desarrollo del comercio mundial y fortaleciendo la economía europea.

El Esplendor del Virreinato del Perú

El Virreinato del Perú, surgido directamente de la conquista, se destacó por su esplendor y poder durante casi tres siglos. Este territorio se convirtió en el eje económico y político del Imperio español en América del Sur. La influencia cultural, religiosa y económica del virreinato se extendió por todo el continente, desde los Andes hasta el Amazonas y más allá. Lima, con sus magníficas catedrales, universidades y palacios, reflejaba el apogeo del poder colonial español.

El legado de Pizarro, Almagro y Luque, uno de construcción y transformación. Su éxito en la conquista del Perú permitió el establecimiento de un sistema administrativo y económico que perduraría hasta la independencia en el siglo XIX. A pesar de sus diferencias y eventual enfrentamiento, la colaboración inicial entre estos hombres fue crucial para la creación de uno de los virreinatos más poderosos y duraderos de la historia.

Conclusión: Un Triunfo que Dio Nacimiento al Esplendor del Virreinato del Perú

En conclusión, la alianza entre Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque, a pesar de los conflictos que surgieron entre ellos, fue fundamental para la conquista del Perú y el establecimiento del Virreinato del Perú. Este virreinato, que llegó a ser un centro de poder y riqueza sin igual en el Imperio español, no habría sido posible sin el esfuerzo combinado de estos tres hombres. Su colaboración no solo cambió el curso de la historia en América, sino que también dejó un legado de esplendor y riqueza que perduró por siglos. A través de sus acciones, estos conquistadores no derribaron un imperio, sino que lo integraron en algo mucho más grande, la monarquía hispanica y la hispanidad.