La cultura Chachapoyas, también conocida como “chachas”, es una cultura arqueológica del Antiguo Perú que floreció en el actual departamento de Amazonas. Esta civilización se desarrolló a finales del Horizonte Medio y durante el periodo Intermedio Tardío, siendo finalmente conquistada por el Imperio Incaico bajo el mandato de Túpac Inca Yupanqui.
- Descripción de los Chachapoyas
- Etimología del término Chachapoyas
- Ubicación Geográfica
- Historia del reino Chachapoyas
- Manifestaciones Culturales
Descripción de los Chachapoyas
El cronista Cieza de León dejó una descripción detallada de los Chachapoyas:
“Son los más blancos y agraciados de todos cuantos yo he visto en las Indias que he andado, y sus mujeres fueron tan hermosas que por serlo, y por su gentileza muchas de ellas merecieron ser de los incas y ser llevadas a los templos del sol […] andan vestidas ellas y sus maridos con ropas de lana y por las cabezas solían ponerse llautos, que son señal que traen para ser conocidas en todas partes”.
Después de su anexión al imperio incaico, los Chachapoyas adoptaron muchas de las costumbres impuestas por los cuzqueños.
Etimología del término Chachapoyas
El nombre “Chachapoyas” fue asignado por los incas; no se conoce cómo se autodenominaban. Su significado podría derivarse del quechua “sach’a phuyu” (sach’a = árbol, phuyu = nube) que se traduce como “bosque nublado”. Otra posible derivación es “sach’a-p-qulla” (sach’a = árbol, p = de la, qulla = el nombre de un reino preincaico en Puno), lo que se traduciría como “gente qulla que vive en los bosques”.
Otra teoría sugiere una etimología aymara: “chacha-phuya” (chacha = hombre(s), phuya = cabello de cloclo), que significaría “hombres de los cabellos dorados”.
Ubicación Geográfica
Los Chachapoyas se ubicaban al sureste de los bracamoros, en la margen derecha del río Marañón, centrando su desarrollo en el valle del río Utcubamba. Su territorio se extendía aproximadamente 400 kilómetros de norte a sur, desde el río Marañón en Bagua hasta la cuenca del río Abiseo, llegando incluso hasta el río Chontayacu.
Antonio de la Calancha describe su territorio como:
“Montañas ásperas, donde siempre llueve… tierra montuosa, poblada de sabandijas, abundante de tigres, llena de árboles silvestres”.
Acerca de los “tigres” (refiriéndose a los jaguares), los misioneros agustinos pioneros mencionaron:
“…hay gran abundancia de tigres en aquellas montañas que se entravan en los albergues y chacras de los indios, y salen a los caminos y pastos de los pueblos despedaçando hombres, mujeres, niños, ganados y animales caseros”.
Extensión del Territorio
El territorio de los Chachapoyas abarcaba la parte sur del actual departamento de Amazonas, sectores del noroeste del departamento de San Martín y partes del extremo oriental del departamento de La Libertad. Según Inca Garcilaso de la Vega, su extensión era tan grande que “pudiéramos llamarlo reino porque tiene más de cincuenta leguas de largo por veinte de ancho, sin lo que entra hasta Moyobamba que son treinta leguas de largo […]”. Cabe mencionar que una legua equivale aproximadamente a cinco kilómetros.
Historia del reino Chachapoyas
Los Chachapoyas tienen una historia muy antigua en la región, con evidencias que se remontan a varios milenios, como se puede observar en los testimonios de arte rupestre en las paredes de las cuevas en la provincia de Utcubamba. Es posible que fueran descendientes de inmigrantes de la cordillera que adaptaron su cultura ancestral a su nuevo entorno, absorbiendo tradiciones de los primeros pobladores de origen amazónico.
Intermedio Tardío
Lo que se conoce como la cultura Chachapoyas propiamente dicha probablemente comenzó en el siglo VIII. Transformaron el paisaje selvático en uno erosionado y desértico, debido a la deforestación y las quemas anuales a las que sometían sus tierras. Este cambio en el paisaje original es evidente en el área del río Utcubamba.
Para comprender mejor la organización y arquitectura de los Chachapoyas, se han realizado reconstrucciones virtuales de sus aldeas. Estas reconstrucciones muestran cómo las viviendas estaban adaptadas a las condiciones geográficas y climáticas, con bases de piedra para protegerlas de la humedad y las inundaciones.
Horizonte Tardío
Gobierno de Túpac Yupanqui
Túpac Yupanqui, el primer inca en considerar la conquista de Chachapoyas durante la guerra Inca-Chachapoyas, organizó un ejército de aproximadamente 20,000 soldados provenientes mayormente del Collasuyo. Tras conquistar Huacrachuco, decidió reorganizar sus fuerzas antes de avanzar. Chachapoyas era una región atractiva debido a sus recursos y posición estratégica para futuras expediciones hacia las selvas tropicales.
El yacimiento de Pampa Hermosa B, cerca de Gran Saposoa, es frecuentemente mencionado como un campamento militar imperial utilizado durante la campaña contra las fortificaciones chachapoyas. Las tropas incaicas avanzaron implacablemente a través del territorio, enfrentando batallas como la del paso de Chirmac Cassa, donde murieron 300 soldados, y el asedio de la fortaleza de Piajajalca, en el cual los incas capturaron al caudillo Chuqui Sota. Los Chachapoyas fueron reclutados para combatir contra etnias rivales, como los luyas.
La campaña de Túpac Yupanqui culminó en Moyobamba y Cascayunga, que se rindieron pacíficamente. Como recompensa, el inca otorgó abundantes prendas finas a sus líderes. Algunos Chachapoyas fueron deportados a Cajamarca y Amaybamba, mientras que otros sirvieron como alabarderos en el ejército incaico.
El sistema de organización incaico mediante curacazgos se instauró, construyendo infraestructura administrativa, militar y religiosa. Levanto se convirtió en un bastión militar, y Cochabamba se erigió como el principal centro administrativo de Chachapoyas. El primer gobernador de la nueva provincia fue Chuillaxa, quien ya tenía experiencia como curaca de Chibul.
Gobierno de Huayna Cápac
Durante el reinado de Huayna Cápac, su hijo Huayna Chuillaxa sucedió a Apu Chuillaxa como gobernador de Chachapoyas, enfrentando rebeliones que resultaron en su destitución. Se eligió al yanacona Chuquimis como nuevo gobernador, quien era uno de los hombres de confianza del emperador. Se cree que Chuquimis envenenó a Huayna Cápac con hierbas medicinales.
Chuquimis murió repentinamente bajo circunstancias extrañas, posiblemente suicidio, mientras Colla Topa se dirigía a castigarlo por el presunto envenenamiento. A pesar de su muerte, sus restos fueron extraídos de su sepultura y reenterrados, lo que despojaba a su entierro de sentido religioso conforme al culto andino. Se ejecutó a su hijo Jos Chuquimis y se encarceló a Chuquisguamán, sospechoso de complicidad. Tomallaxa fue nombrado nuevo gobernador, gobernando brevemente hasta su fallecimiento.
Las deportaciones de grupos chachapoyas aumentaron bajo el sistema de mitimaes, reemplazándolos con colonos incaizados. Un ejemplo notable es el asentamiento de huancas en Huancas, que desarrollaron enemistad con los luyas, a veces resultando en conflictos armados. Jesalón narra sobre estos conflictos:
“Antes que los cristianos viniesen a esta tierra los indios Luya nos tenían guerra con estos Guancas hevenia a pelear con ellos muchas veces he que entonces desian viejos he si le hoyo este testigo que esta dicha hoyada e otros pedazos de tierras junto a esta chacra no se sembraba sino antes hera paramo fuele preguntado si después de esto algunaves hoyo decir que esta dicha hoyada se sembraba para los Yngas dixeron las dichas lenguas que el dicho cacique decía que hoyo decir a viejos indios que ya son muertos estaba dicha hoyada hera tierra de los guancas he que no sabemos del caso”.
El inca, acompañado de un ejército de 100,000 soldados, también recorrió Chachapoyas para recolectar coca y ají para las ceremonias fúnebres de su madre, la coya Mama Ocllo.
Gobierno de Huáscar
Durante el gobierno de Huáscar, soldados chachapoyas formaron parte de la guardia real incaica, junto con tropas cañaris y quechuas. Estos soldados no residían en Chachapoyas, sino que estaban asentados en el barrio cusqueño de Carmenca. Según Martín de Murúa, disfrutaban de un estatus privilegiado y estaban exentos de servicios personales.
Guerra Civil Inca
Durante la guerra civil incaica, los Chachapoyas suministraron miles de soldados a las filas huascaristas, destacando los 10,000 soldados chillao por su valentía. Sin embargo, estos refuerzos no evitaron las derrotas cusqueñas, permitiendo a los atahualpistas penetrar en Chachapoyas. El gobernador Puiluana fue convocado por Huáscar a Cusco, donde falleció. Atahualpa visitó Chachapoyas y estableció un régimen atahualpista con Guamán como gobernador.
Periodo Transicional y Época Virreinal
Tras la guerra civil y la desintegración del régimen incaico, los españoles llegaron a Chachapoyas en 1535, liderados por Alonso de Alvarado. Encontraron un entorno violento, afectado por la viruela y la crisis agrícola. Los curacas locales colaboraron con los españoles para restaurar el orden.
Algunos asentamientos chachapoyas conservaron cierta autonomía hasta finales del siglo XVI, como Purunllacta de Soloco. Rebeliones como la de 1549 en Ipapuy fueron severamente castigadas. La última etnia en ser conquistada por los españoles fueron los orimonas.
Con el tiempo, los restos culturales chachapoyas fueron integrados por la sociedad virreinal. El quechua reemplazó al chacha vernáculo y las pugnas legales entre los descendientes de curacas continuaron hasta que la supremacía fue lograda por los descendientes de Guamán en 1577, gobernando hasta su extinción en 1825, poco después de la independencia del Perú.
Manifestaciones Culturales
Arquitectura
La arquitectura chachapoyas se caracteriza por recintos y torreones circulares decorados con aleros, ménsulas y lajas líticas que forman figuras geométricas y antropomorfas. Ejemplos notables incluyen Olán, Macro, La Congona, Ollape, Yálape, Gran Saposoa, Gran Pajatén, Gran Vilaya, Purunllacta de Soloco, Purunllacta de Cheto, Navar, Chaquil, Kacta, Chipuric, Atumpucro, Llaqtacocha, La Playa, El Encanto, Chichita y Churro. Algunas estructuras están ocultas por la densa vegetación. Ciertas cuevas, como el tragadero de Chaquil y la caverna de Quiocta, eran entornos sagrados donde se realizaban rituales y entierros.
La obra más destacada de los Chachapoyas es Kuélap, una fortaleza con gigantescas murallas y plataformas construidas sobre una montaña escarpada. Según Kauffman Doig, Kuélap pudo ser un centro administrativo de producción agraria y rituales de fertilidad.
Sarcófagos y Mausoleos
Los Chachapoyas mantenían un gran respeto por sus difuntos, utilizando dos modalidades de entierro: sarcófagos unipersonales y mausoleos colectivos. Ambos tipos de tumbas se construían en cavernas naturales o en laderas verticales inaccesibles. Ejemplos incluyen los Sarcófagos de Carajía, Sholón, los Mausoleos de la Laguna de los Cóndores, los Mausoleos de Revash, Diablo Wasi, La Petaca, Sarcófagos de Cerro El Tigre, Los Pinchudos y Pueblo de los Muertos/Tingorbamba.
Cerámica
La cerámica chachapoyas es tosca, decorada con motivos acordonados o “achurados”, que Peter Lerche sugiere tienen origen amazónico. Sin embargo, la cultura chachapoyas se enraiza principalmente en la tradición andina. Se encuentran cerámicas negras bien alisadas afiliadas a la alfarería chimú, así como cerámicas pintadas, probablemente obtenidas por trueque desde la costa norte. Arturo Ruiz Estrada clasifica la cerámica chachapoyas en asa estribo y asa puente.
Escultura
Además de los sarcófagos, se destacan estatuas de madera encontradas en Los Pinchudos. En piedra, se esculpieron figuras antropomorfas, zoomorfas y geométricas, integradas en cabezas clavas, bajorrelieves y decoraciones con lajas.
Cabezas-Trofeo
La decapitación de rivales y el uso de sus cabezas como símbolo de estatus fue común en Chachapoyas, posiblemente influenciada por la práctica selvática de los shuar. Esta costumbre persistió en zonas remotas durante el periodo virreinal.
Controversias sobre su Organización Sociopolítica y Cultural
Garcilaso, basándose en ideas de Blas Valera, sugirió que los Chachapoyas preincaicos constituían un reino. La falta de investigaciones científicas perpetuó esta idea. Alfredo Narváez promovió la imagen de un “gran y poderoso reino chachapoyas” con capital en Kuélap.
A finales del siglo XX, surgió una teoría alternativa: la existencia de múltiples señoríos autónomos que compartían una identidad cultural. Waldemar Espinoza defendió esta idea, sugiriendo que los ayllus chachapoyas convivían pacíficamente. Sin embargo, no hay evidencia concluyente. La zona chachapoyas parece haber tenido una organización política escasa y fragmentación sociocultural. Pedro Sarmiento de Gamboa anotó:
“Y aún en este tiempo tienen este uso y costumbre de gobernarse en las provincias de… Chachapoyas, que no obedecen más señores de cuanto dura la guerra, y éste a quién obedecen no es señaladamente siempre uno, sino el que conocen ser más valiente, ardid y venturoso en las guerras. Y este nombre de cinches, que les servía de cabezas para sola la guerra duró en toda la tierra hasta el tiempo de Topa Inga Yupanqui, décimo inga, el cuál instituyó los curacas y otros dominadores…”.
La palabra “shinchi” (jefe guerrero) fue sustituida por “curaca”. Es probable que existieran múltiples sociedades aldeanas-tribales que cooperaban para construir monumentos como Kuélap pero también incurrían en conflictos bélicos.
Cultura Chachapoyas versus Etnia Chachapoyas
El término “Cultura Chachapoyas” se usa actualmente para designar todas las etnias de la región, aunque “Chachapoyas” también define una etnia específica. Existieron muchas otras etnias, como los charrasmal, posic, pomacochas, cascayungas, orimonas, chilchos, chillaos y luyas. Algunos, como los tres últimos mencionados, no se identificaban como “Chachapoyas” en documentos virreinales. Se teoriza que la etnia chachapoyas monopolizó la historia debido a su rol protagónico bajo la administración inca. Arturo Ruiz Estrada critica esta visión:
“Si bien se ha ofrecido referencias sobre la existencia de varios grupos humanos en Amazonas, siempre se los ha considerado como unificados en una sola entidad social, cultural y política denominada Chachapoya. Se continúa usando, sin un análisis crítico, términos acuñados de tiempos coloniales para hacer aparecer a un solo grupo humano como el gestor de las realizaciones culturales ocurridas en el actual territorio peruano de Amazonas”.