Hoy presentamos a uno de esos hombres que dejaron su huella en la historia, Fridtjof Nansen, todo un “Polfarer” (explorador polar en noruego) nacido en noruega en 1861, es considerado como el padre de la exploración polar moderna.
- De explorador ártico a Premio Nobel
- Modelo perfecto de Porfarer
- La idea y su barco para alcanzar el polo norte?, el Fram
- La deriva y la paciencia:
- Hacia el Polo Norte
- No podemos alcanzarlo, toca retirarse y sobrevivir:
- Buscando un hogar de musgo, piedra y nieve.
- La salvación y la gloria
- Si quieres saber más sobre las exploraciones polares
De explorador ártico a Premio Nobel
Fridtjof Wedel-Jarlsberg Nansen, pasó a la historia no solo gracias a sus expediciones al Polo Norte e investigaciones científicas, si no también a su prolífica carrera diplomática en el convulso periodo entre guerras en Europa, siendo ganador de un Premio Nobel de la Paz en 1922.

Zoologo y el primer defensor de Ramón y Cajal
En el ámbito de la ciencias, Nansen estudió zoología en la Universidad de Christiania, contribuyó con innovadores obras en los campos de la neurología y la dinámica de fluidos. Trabajó en Italia con el premio Nobel Camillo Golgi y fue el primer defensor de la teoría neuronal propuesta por el premio Nobel Ramón y Cajal.
Estuvo muy involucrado junto al matemático sueco V. Walfrid Ekman, en el descubrimiento de cómo las corrientes se generan por la rotación planetaria (Espiral de Ekman).

Groenlandia su primera gran expedición.
Pero sin duda, es conocido por sus dos grandes expediciones, la primera travesía a pie Este-Oeste de Groenlandia y su expedición al Polo Norte, donde paso más de tres años, siendo el último de estos, perdido junto a su único compañero en soledad, sin ningún tipo de apoyo logístico y dando una clase magistral de voluntad, resiliencia y supervivencia en las regiones polares. Dicha hazaña marcaría la senda e influiría directamente en todos los exploradores polares del futuro. Especialmente en su compatriota Roald Amundsen quien quedo marcado de por vida, al ver el recibimiento heroico de Nansen y Johansen en Christiania tras concluir su aventura.

Modelo perfecto de Porfarer
Durante sus años de juventud, una inquietud asomaba e inundaba a todo su ser, el espíritu de aventura. Nansen fue un gran deportista, campeón de esquí y patinaje, no dudó en aprovechar dichas cualidades en las expediciones que llevaría a cabo. A pesar de que sus trabajos como zoólogo le apasionaban, no conseguía adaptarse a la rutina diaria.

El invierno pasado junto a los esquimales, le proporcionarían un aprendizaje en técnicas de supervivencia y movilidad en las regiones polares, que le serían fundamentales para su futura gran gesta, la expedición del Fram.
“Quien todo lo puede sobrellevar, todo lo puede arriesgar”
Vauvenargues
La idea y su barco para alcanzar el polo norte?, el Fram
Habiendo adquirido renombre internacional gracias a su primera expedición, Nansen no dudo en presentar un nuevo proyecto a la Sociedad Geográfica Noruega, “una deriva transpolar”, basada en la experiencia del buque La Jeannette, aprisionado y destrozado por los hielos al norte de las islas de Nueva Siberia, y cuyos restos aparecieron tres años más tarde en Groenlandia.
Nansen decidió construir su buque según un nuevo diseño, para que fuera capaz de resistir la presión lateral de los hielos. El arquitecto naval noruego Colin Archer le construyó el mítico Fram (“Adelante”).

Nansen previó un viaje de tres años, almacenando víveres, combustible así como libros e instrumentos para un periodo muy superior. Con 32 años, dejó a su mujer y a su hija de seis meses y se embarcó en 1893 rumbo al Ártico. El plan de Nansen, consistía en dejar el Fram deliberadamente en el hielo a la deriva por la banquisa. Este viaje les llevó más de tres años. Nansen buscaba refutar la teoría de Henrik Mohn, sobre la existencia de una corriente marina que fluía de este a oeste en todo el océano Ártico.
La deriva y la paciencia:
El 24 de septiembre de 1893, en la latitud 78° 30′ N, el Fram comenzó su primera invernada y la tripulación empezó a prepararse para afrontar el invierno Ártico y a acondicionar el buque. El 29 de septiembre de 1893, el buque ganó su primer grado de latitud hacia el Polo y la temperatura descendió a – 14,5 °C.
Las subidas de posición demostraban una ligera desviación hacia el Norte, pero con sorprendentes zigzags. En Navidad, la temperatura alcanzó los –40 °C. Los sondeos pusieron de manifiesto que las aguas eran más profundas que lo que se había previsto, esto significaba, que las corrientes marinas tenían menos importancia de la esperada en la deriva del barco.

El 2 de febrero de 1894 marcó el retorno del Sol, el buque se encontraba a 82° 10′ N, pero su posición sufrió un fuerte retroceso durante los meses de julio y agosto. Durante este tiempo, se efectuaron varias excursiones y construyeron trineos y kayaks. En la segunda invernada, el 12 de diciembre, el Fram alcanzó 82° 30′ N, latitud nunca antes conseguida por un buque; solamente 833 kilómetros le separaban ya del Polo.
Cuando la paciencia del héroe noruego se acaba
Pero ese continuo avance y retroceso confirmó a Nansen que el Fram no alcanzaría el Polo Norte yendo a la deriva en esos tres años. Su paciencia se agotó y el 14 de marzo de 1895, cuando el Fram se encontraba a 84º 4’N, decidió abandonar el buque junto a Hjalmar Johansen para continuar a pie hasta el Polo Norte.
Esta decisión los dejaría totalmente aislados durante un año y sin posibilidad de volver al Fram, puesto que el 12 julio de 1896 encontrando una zona de aguas libres de hielo, inició su regreso Noruega, atracando en el puerto de Skjervøy el 19 de julio.

Así que con tan solo 27 años, en agosto de 1888, Nansen se lanzó a su primera gran expedición junto con cinco compañeros buscando realizar la primera travesía Este-Oeste de Groenlandia, un recorrido de 500 kilómetros sobre glaciares con unas temperaturas de -45ºC. Realizada la hazaña, decidió pasar el invierno con los esquimales, a los que estudió hasta mayo de 1889. De vuelta en Noruega, escribió artículos y dos libros: “La primera travesía de Groenlandia” y la “Vida de los esquimales”.
Hacia el Polo Norte
El 14 de marzo de 1895, Nansen y Johansen, llevándose dos kayaks y tres trineos tirados por veintiocho perros para llevar todos los pertrechos, decidieron partir rumbo al polo. Dicha decisión fue tremendamente arriesgada, puesto que eran conscientes que abandonar el Fram, significaba dejar el buque para no regresar y efectuar un viaje de ida y vuelta a través de la banquisa a la deriva hasta la tierra conocida más cercana a unas 500 millas al sur de su punto de origen.

Su avance en ocasiones fácil y otras veces muy penoso, el 8 de abril de 1895 alcanzaron los 86º 14’N, la latitud más alta hasta entonces conseguida. A pesar de este logro, dicho avance les resulto frustrante, al verificar que mientras ellos avanzaban hacia el polo, la banquisa los alejaba del mismo. Como consecuencia, los dos hombres decidieron parar el avance hacia el Norte y retirarse hacia el cabo Fligely, la zona más al norte de la Tierra de Francisco José. Su decepción fue aún mayor cuando descubrieron que la tierra que esperaban a 83ºN no existía, confirmándose que los mapas de la época no eran del todo exactos.
“La exploración polar es la forma más radical y al mismo tiempo más solitaria de pasarlo mal que se ha concebido”
Apsley Cherry-Garrard
No podemos alcanzarlo, toca retirarse y sobrevivir:
Aquí comienza una penosa carrera por la supervivencia, a finales de mayo, alcanzaron los 82º 21’N con 16 perros y con reservas insuficientes. El avance se les hizo terriblemente difícil debido a la aguanieve. Afortunadamente el 22 de junio consiguen cazar focas para obtener suficientes víveres y combustible para un mes. Ese mismo mes tuvieron que cruzar las peligrosas pistas abiertas de agua con sus kayaks, también se vieron obligados a sacrificar a sus dos últimos perros.
Buscando un hogar de musgo, piedra y nieve.
En julio, el avance por la banquisa se hace prácticamente impracticable, obligados a continuar su avance dependiendo exclusivamente de sus kayaks. Descubren un archipiélago formado por cuatro islas, en agosto alcanzan una nueva isla a la que llaman isla Houen (Jackson Island), decidiendo pasar el invierno de 1896 allí. Para ello construyeron una cabaña con musgo, piedras y nieve, consiguiendo pasar el duro invierno en condiciones muy precarias.
Sobrevivieron gracias a las enseñanzas aprendidas por Nansen en su invierno con los esquimales, se alimentaron de toda clase de animales del ártico, en especial a base de grasa de morsa y carne de osos polares, que llegaban a la isla atraídos por los restos de las morsas cazadas. Tuvieron que reemplazar todos sus harapos y confeccionar ropas nuevas a base de las pieles de los osos que fueron cazando durante el invierno.

La salvación y la gloria
El 28 de mayo de 1896, deciden reanudar la marcha sobre la banquisa hacia Spitsbergen al Sur, alcanzando el cabo Richthofen. El 17 de junio, la diosa fortuna se les presentó al establecer contacto con la expedición británica Jackson-Harmsworth, dirigida por Frederick Jackson, que estaba pasando el invierno en la isla.
Curiosidades de la vida, Jackson pidió partir con el Fram en la expedición de Nansen años atrás. Fueron rescatados por dicha expedición y llevados al puerto de Vardø, en Noruega. La noticia de Nansen y Johansen estaban vivos corre como la pólvora y es noticia en toda Europa.
Finalmente el 27 de agosto de 1896, se encuentran con el Fram y se dirigen a Tromsø, haciendo una entrada triunfal el 9 de septiembre en al puerto de Christiania.
“Lo difícil es lo que tarda cierto tiempo; lo imposible es lo que tarda un poco más.”
Fridtjof Nansen

Si quieres saber más sobre las exploraciones polares

Salomon August Andrée: Biografía del valiente explorador polar

La expedición Maud (1918-1925)

Biografía de Otto Sverdrup

La primera expedición del Fram

Barco Polar Gjøa – Explorando el Paso del Noroeste en el siglo XX

La expedición Franklin

George Nares y la expedición al Ártico

Albert Balson, el explorador Polar que fue buzo
