- Biografía de Pedro de Candía
- Orígenes de conquistador Pedro de Candía
- La llegada a Panamá
- Expedición a Tumbes
- Regresa a Panamá y viaja a España
- De regreso a Panamá
- Expedición a Cuzco
Biografía de Pedro de Candía
Pedro de Candía fue uno de los primeros conquistadores del Imperio Inca y uno de los que conformó el grupo de los Trece de la Fama. Nació en el Reino de Candia en Creta, Grecia en el año 1485 de donde tuvo que huir después de la muerte de sus antepasados por los ataques de los otomanos en la isla.
Cuando huyó se trasladó a Castelnuovo en Italia, donde un tío materno de ascendencia aragonesa fue quien lo crió. Después se fue a España donde se naturalizó y llegó a ser capitán de la Marina Real Española.
Candía fue oficial de la Real Armada Española y se convirtió en un gran conquistador hoy casi olvidado. Era especialista en el uso de armas de artillería y de fuego, siendo uno de los primeros exploradores de la costa del Pacífico de Colombia y de Panamá.
Orígenes de conquistador Pedro de Candía
Pedro de Candía nació en la isla de Creta, que para ese entonces era parte de la República de Venecia. Esta zona era conocida como el Reino de Candia, ubicada en la ciudad de Heraklion.
Pedro era miembro de una familia colonial italiana, pero salió de la isla con la ayuda de unos familiares de su madre. Los cuales estaban al servicio de la Corona de Aragón y lo llevaron a los Reinos de Italia.
Su carrera militar la empezó en 1509 al norte de África, como polvorista y artillero en la toma de Orán. Para 1510 participó en la rendición de Trípoli y en el sitio de Bugía, donde estuvo bajo las órdenes de Pedro de Vera, que era el jefe de la artillería española.
En el año 1525 participó en la Batalla de Pavía, después se trasladó a la península ibérica para servir al Rey Católico y a la Reina de España. Lo cual hizo con los Guardas de Castilla.
En España se casó en Villalpando, poco después dejó a su mujer para irse a América en compañía de Pedro de los Ríos. De los Ríos fue nombrado gobernador de Tierra Firme, llegando a Panamá en julio de 1526.
La llegada a Panamá
Cuando Pedro de Candía llega a Panamá con el gobernador Pedro de los Ríos se les une a la expedición el conquistador Francisco Pizarro y Diego de Almagro. Desde ese momento su vida permaneció unida a estos expedicionarios.
Se convirtió en uno de los trece compañeros de Pizarro que decidieron no abandonar la expedición en el sur del continente. Esto a pesar de las órdenes del gobernador de Panamá de abandonar la expedición y volver a Panamá.
Por haber tomado esta decisión y tener la obstinación de permanecer en el lugar le valió, un tiempo después, el nombramiento de hidalgo. El cual fue otorgado por la corona en reconocimiento por labor.
Expedición a Tumbes
Entre marzo y septiembre de 1528 Candía participó en la exploración de la costa pacífica de los que actualmente es Ecuador y Colombia. En Tumbes, ubicado en el extremo norte de la costa peruana, se arriesgó a irrumpir en la ciudad, que parecía una fortaleza.
Para entrar a Tumbes se cubrió con una celada de hierro y una gruesa cota de malla y se ciñó al cinto una espada. También llevaba en los brazos una rodela de acero, una gran cruz de madera y su arcabuz cogido.
Pedro les contó después a sus compañeros, que, al llegar al pueblo, estaban los indios reunidos en la plaza. Estos le pidieron que demostrara el poder que tenía su arcabuz, a lo que accedió, cargó su arma y disparó a hacia un tablón que explotó en miles de pedazos.
Esto originó en los indios que se encontraban reunidos en la plaza un gran estupor, pero a la vez una gran admiración. Después los indios le lanzaron unas bestias para comprobar si usaría su arma para defenderse. Pero Candía lanzó al suelo su arcabuz y los feroces animales, no lo atacaron sino se le acercaron humildes y mansos.
Para muchos lo que amansó a los animales feroces fue el poder de la Cruz y originó que los indios vieran a Pedro de Candía como un enviado de los dioses. Todo lo que sucedió hizo que los indios lo atendieran y lo dejaran visitar los principales edificios de la ciudad.
Entre los lugares que visitó se encuentra el Acllahuasi, casa de las escogidas, el Templo del Sol y la fortaleza o la Pucara. En estos lugares Pedro de Candía observó los ricos ornamentos de plata y oro.
Después de esto, trazó el plano de la ciudad sobre un paño y escribió una relación, que actualmente se encuentra perdida. Esta experiencia les dió ánimo a sus compañeros para continuar en la conquista.
Regresa a Panamá y viaja a España
Debido a la falta de recursos, el pequeño grupo de españoles comandados por Pizarro tuvo que regresar a Panamá. Sin embargo, el gobernador Pedro de los Ríos no dio la autorización para continuar con la expedición.
Esto hizo que Pizarro se dirigiera a España con el propósito de solicitar ayudas al emperador Carlos V. Para ello llevó a Pedro de Candía, por ser el principal testigo del descubrimiento del Perú.
Candía les contó a los funcionarios imperiales todas las riquezas que había podido observar en la civilización. Fue Pedro de Candía quien habló de forma elocuente sobre la tierra descubierta ante los miembros del Consejo de Indias.
Les mostró el plano de la ciudad de Tumbes el cual fue trazado por él mismo y expuso todo lo vivido en la ciudad. Esto fue de gran ayuda para convencer al emperador Carlos y a los consejeros para que le concedieran a Pizarro las concesiones para realizar la conquista.
Esto hizo que el 26 de julio de 1529 se firmará la Capitulación de Toledo, en la cual se reconocía a Pedro de Candía como hidalgo. También se le nombró el regidor de Tumbes y Artillero Mayor del Perú, por ello se le asignó 60.000 maravedís de sueldo anual. Se le entregó una licencia para la fabricación de cañones.
De regreso a Panamá
Cuando Candía y Pizarro regresaron a Panamá, comenzaron los preparativos para la Tercera Expedición al Perú. La expedición salió rumbo al sur en enero de 1531 y Candía antes de partir fundió dos falconetes con su carga de pólvora.
Pedro de Candía demostró todo su valor en los combates con los indios de la isla de Puná. En febrero de 1532 participa en el desembarco y el combate de Tumbes, el 15 de agosto de 1532 participa en la fundación de Piura.
Cuando Candía se encontraba en Cajamarca y se acercaba el inca Atahualpa con su comitiva, se situó sobre una fortaleza ubicada en la plaza. Estaba acompañado por dos trompetas y tres soldados, además de la artillería, conformada por dos pequeños cañones o falconetes y dispuestos para disparar cuando se diese la señal acordada.
Al llegar el momento de disparar uno solo de los falconetes realizó un disparo, porque el otro se dañó. Pero el ruido que causó, más el ruido de las trompetas y los arcabuces fue muy atronador y originó entre los indios pánico.
Esto hizo que la caballería embistiera a la multitud que estaba en la plaza rodeando al Inca. El efecto que esto causó contribuyó en la captura de Atahualpa, para después ofrecer por su libertad un grandioso rescate, de este le correspondió a Pedro de Candía 407,2 marcos de plata y 9.909 pesos de oro.
Expedición a Cuzco
Pedro de Candía junto con Miguel de Estete, Hernando de Soto y Diego de Agüero fueron enviados a Cuzco a explorar el Imperio inca. Para lo cual Atahualpa le asignó como custodios y guía a ocho sirvientes indios.
Candía estuvo presente en la refundación española de Cuzco que ocurrió el 23 de febrero de 1534, cuando los españoles entraron a la ciudad imperial de los incas. Fue nombrado el primer alcalde ordinario y se le otorgaron en el barrio de Pucamarca junto al río dos solares.
Para el año 1536 colaboró con 1200 pesos para ayudar a las guerras del emperador y participó durante la defensa del Cuzco. La cual se encontraba sitiada por Manco Inca desde hacía muchos meses.
El año 1537 durante la rebelión de Diego de Almagro, Hernando Pizarro fue hecho preso y lo sacan de Cuzco. Entonces Candía es nombrado administrador o depositario de los bienes de Hernando.
Candía por ser amigo de los Pizarro los acompañó durante la guerra civil, que finalizó en 1538 con la derrota de Almagro en la Batalla de las Salinas. Después de esto Hernando Pizarro hace preso a Candía porque pensó que pretendía amotinarse. Al comprobar su inocencia lo libera, pero quedó muy dolido con los pizarristas
Por ello, se une al bando de Diego de Almagro el Mozo y lo sigue hasta la sierra cuando se anunció la llegada del visitador Cristóbal Vaca de Castro. El cual dirigía al ejército leal al rey y Candía preparó todo para la Batalla de Chupas.
Durante la batalla, Diego de Almagro el Mozo pensó que Pedro de Candía lo había traicionado y lo mató a lanzazos, al grito de :“¡Traidor, por qué me has vendido!” esto fue el 16 de septiembre de 1542.