- Biografía de Diego de Almagro
- Diego de Almagro, una vida clandestina
- El cruel tío Diego de Almagro Hernán Gutiérrez
- Orígenes de su apellido
- Diego de Almagro, solicita auxilio a su madre
- Almagro, un gran soldado
- Expedición de Gaspar de Espinosa
- La sociedad de Almagro y Pizarro
- A la conquista de Levante por Almagro y Pizarro
- Levante, una expedición en peligro
- Se enfrentan los capitanes
- Tercera misión a Perú y el Mariscal Almagro
- Contra Almagro
- Ejecución de Diego de Almagro
- Bibliografía que te interesará
- Artículos que te ayudarán a entender a Diego de Almagro
- ¿Preguntas frecuentes sobre Diego de Almagro?
Biografía de Diego de Almagro
Diego Montenegro Gutiérrez sería el nombre original de Diego de Almagro, uno de los conquistadores más famosos del Nuevo Mundo. Su miserable vida y el abandono de sus padres lo dejaron sin apellidos, entonces optó por el apellido Almagro, en honor al lugar donde creció. Almagro nació en el año 1480 y tomo parte activa en la conquista de Iberoamérica, siendo especialmente afamado por su participación en las campañas del Perú.
Diego de Almagro, una vida clandestina
Este personaje tan importante de la conquista tuvo una vida llena de carencias, tanto económicas como afectivas. Pues sus padres poco o nada lo querían, dejándolo al cuidado de una mujer llamada Sancha López del Peral. Hijo de Juan de Montenegro, un humilde servidor de la Orden de Calatrava , cuyo oficio era ser copero real y de Elvira Gutiérrez.
Su padre, estuvo de amores con la joven Elvira de Gutiérrez, cuyo estatus no era muy diferente al de Juan de Montenegro con quien se iba a casar. Producto de esta relación nace un niño no deseado y Elvira decidió tenerlo de la forma más clandestina posible en el pueblo de Almagro.
Al poco de nacer Diego de Almagro, fue trasladado hasta la Aldea del Rey sin que nadie supiera de su existencia. Este lugar se hallaba en la zona de Almodóvar. Allí fue dejado el pequeño al cuidado de doña Sancha, una mujer que tenía una hija nacida casi al mismo tiempo que Diego.
Diego permaneció con Sancha y Catalina hasta que se hizo un poco mayor, con unos cuatro o cinco años. En este momento, su padre Juan de Montenegro vuelve a aparecer y se lo lleva con él, sin embargo, esto no duró mucho. Pues al poco tiempo su padre murió.
El cruel tío Diego de Almagro Hernán Gutiérrez
Cuando fallece su padre, su tío materno Hernán Gutiérrez toma la responsabilidad del niño. Con catorce años, Diego de Almagro ya era un adolescente con una personalidad muy fuerte y espíritu rebelde que nadie podía corregir. Su tío era extremadamente cruel y llevaba los castigos a niveles sumamente aterradores y dolorosos.
Uno de los castigos a los que fue sometido el joven Diego era que su tío le colocaba cadenas en los pies causándole un gran sufrimiento. En un momento, Diego tuvo la fortaleza y valor suficiente para buscar un medio que le hiciera ganarse la vida y ante la primera oportunidad huyó. Por fin se había alejado de aquella cruel vida que tanto dolor le había causado.
Orígenes de su apellido
Hasta ese momento Diego era por su nombre únicamente y es que su apellido debía ser Montenegro o Gutiérrez. Pero esto no sucedió, ya que ni su padre ni su madre se preocuparon por nombrarlo. Es por esta razón que el joven tomó el nombre de Almagro, porque era la villa donde había nacido y crecido.
Era el año 1493, el año anterior Cristóbal Colón había desembarcado en tierras indias. Sus grandes aventuras y travesías a bordo de las tres carabelas era una historia fascinante para muchos jóvenes como Diego. El deseo de encontrar tesoros y tener vivencias únicas les hacían pensar que podían embarcarse en estos maravillosos viajes.
Diego de Almagro, solicita auxilio a su madre
Con esta idea en su cabeza, Diego toma la decisión de buscar a su madre para pedirle auxilio. Ella vivía en Ciudad Real y estaba casada con un hombre de apellido Cellinos. Su madre le da lo que pide, diciéndole que no vuelva a buscarla y que se aferre a Dios durante toda la aventura.
Efectivamente, Diego toma el auxilio y se va camino a Toledo. Todavía era un joven que tenía mucho por aprender y decidió buscar a alguien a quien servir. Esta persona es un licenciado llamado Luis de Polanco, quien pertenecía a uno de los cuatro alcaldes de la Corte de los Reyes Católicos.
Luego de pasar por muchos malos momentos y situaciones, Diego se marcha a Sevilla. En ese entonces y durante muchos años, el gran negocio del comercio con la India aún tenía mucho territorio por descubrir. Pronto, Diego de Almagro consigue alistarse a las filas comandadas por Pedrarias Dávila, el que sería suegro de Vasco Núñez de Balboa.
Este personaje fue nombrado gobernador de Castillo del Oro, mejor conocida como Tierra Firme. Una vez que se encuentra en territorios del Nuevo Mundo, casi por accidente y por la situación vivida se convirtió en soldado. Casi inmediatamente Almagro demostró que poseía todo para ejercer este oficio de las armas.
Almagro, un gran soldado
Ser soldado en un entorno tan hostil no es fácil, donde las inclemencias del clima no se hacían esperar como el calor asfixiante, las intensas lluvias. Además de la peligrosa selva y los sanguinarios flecheros indios. Estos eran algunos obstáculos que la flota tenía que sortear si querían llegar vivos a su próxima misión.
Diego destaco y logró una vasta experiencia como combatiente bajo el mando de distintos capitanes. Rápidamente se convirtió en un experto en infantería quien conocía perfectamente todos los movimientos de los indios. Es gracias a esto que logró salvar su propia vida en distintas ocasiones.
Se dice que fue un excelente soldado, sobresaliente y bien dotado de habilidades que le permitían llegar con buen pie a la siguiente lucha, controlaba el espacio de batalla e interpretaba a la perfección las tácticas que querían emplear contra él.
Expedición de Gaspar de Espinosa
Tras la muerte de Pedrarias Dávila, se designa como comandante de la expedición a Gaspar de Espinosa. Gaspar continuo con las expediciones y reclamando territorios. De hecho en la nueva expedición también participó Diego de Almagro, el cual exploraría los territorios de Peruquete y Paris. Esto sucedió entre finales de 1515 y el primer trimestre de 1517.
Posiblemente, aunque no existen registros que prueben esta afirmación, Almagro estuvo bajo el mando de Francisco Pizarro en este periodo. Al año siguiente, en 1518, Diego se convertiría en el personaje principal de la organización de la expedición de Vasco Núñez de Balboa. El objetivo de esta era tomar posesión del territorio ubicado a la ribera del Mar del Sur.
Es en 1519 que Almagro se hace partícipe de una entrada a la zona de Natá, acompañando a Espinosa y a Francisco de Pizarro. Por este motivo, no se encontraba al momento de la fundación de Panamá. Aunque, gracias a sus buenos servicios y trabajo duro, se le asignaron unos terrenos que lo convertirían en habitante de esta ciudad.
La sociedad de Almagro y Pizarro
Desde ese año Almagro y Pizarro ya tenían una relación bastante áspera, donde no había comunicación y se había transformado en una amistad difícil de mantener. La actitud de ambos los terminó por llevar un vínculo comercial propio de una sociedad o compañía, algo muy común en la época de la conquista.
A esta compañía se el integró un nuevo miembro, se trataba del sacerdote Hernando de Luque sustituto de Darién. Ya entre los años 1521 o 1522, Almagro había logrado mucho en su vida y ya era uno de hombres más adinerados y opulentos de Darién.
Todo esto sin contar que tenía una porción de indígenas en Chochama, Taboga y Tufy, además de poseer una mina en el río Chagres. Formaba parte de un pequeño grupo de afortunados hombres a los que el Nuevo Mundo les había traído grandes riquezas.
La bonanza alcanzada por ambos amigos los hizo desear realizar misiones de mayor relevancia. El propósito de Almagro y Pizarro era conquistar la región de Levante, este lugar se hallaba en el área Sur de Panamá. Mientras ellos pensaban en esto, otros muchos creían que era mejor dirigirse hacia el norte con la empresa de Poniente para conquistar la actual Nicaragua.
A la conquista de Levante por Almagro y Pizarro
Buscando apoderarse de las tierras de Levante, ya habían existido otras expediciones como la de Gaspar de Morales y la de Pascual de Andagoya. Estos capitanes habrían vuelto de la región haciendo alarde de los grandes tesoros y riquezas que se encontraban en el lugar. Pero ninguno de ellos mostró alguna prueba de lo que decían.
Entonces, Pizarro, Diego de Almagro y el sacerdote Luque tomaron la iniciativa de conquistar esas tierras dividiendo los gastos y las actividades. Las funciones quedaron establecidas de la siguiente manera, Pizarro sería la cabeza y el explorador.
Almagro que contaba con una gran experiencia en el área, sería el encargado de proveer de hombres, caballos y comida. Por último, Luque se encargaría de aportar algo de dinero además de obtener los permisos y así poder zarpar. Estudios recientes hacen pensar que tanto Pedrarias como Espinosa participaron de esta sociedad, aunque en secreto.
Comienza la aventura
Era el 13 de septiembre de 1524 cuando Pizarro partió en una pequeña nave a la que bautizaron Santiago. Acompañándolo en la expedición se encontraban ciento doce españoles, aborígenes nicaraguas y nada más que cuatro caballos.
Unos cuantos meses después, Almagro zarpaba desde Panamá para reunirse con Pizarro, este lo hizo a bordo de una embarcación llamada San Cristóbal. Con él iban unos sesenta hombres, entre los cuales se encontraba el conocido piloto Bartolomé Ruiz.
La nave de Almagro se alejó mucho de las costas porque se encontraba navegando mar adentro. Esto provocó que no se encontrara con Gil de Montenegro y Hernán Pérez Peñate, dos hombres de las fuerzas de Pizarro. Ambos fueron enviados por su capitán nuevamente a Panamá en la búsqueda de refuerzos.
Una vez que Almagro llega a Pueblo Quemado tiene una violenta contienda con los indios de la región. El combate no dejó víctimas que lamentar, sin embargo, Diego de Almagro perdió un ojo luego de la pelea. Desde entonces, todos los que se oponían a su fuerza le llamarían “el tuerto”.
Levante, una expedición en peligro
Mientras permanecía en Pueblo Quemado consiguió un poco de oro, después dio la orden de continuar con la expedición. Es el 24 de junio de 1525 hacen un hallazgo, un río al que bautizaron San Juan. Las hazañas de ambos no habrían tenido éxito y Almagro decide volver a Panamá.
Los dos amigos se encontraron en Cochama donde hablaron sobre sus desventuras. Al llegar a Panamá Diego de Almagro informa de su primer viaje a Pedrarias. Esto sucedía mientras Pizarrón aún en Cochama, trataba de convencer a sus fuerzas de no desertar.
El fracaso de la expedición, así como la inversión del dinero hizo que el gobernador explotara en una ira incontenible. Tachó a Pizarro de ser un bueno para nada y le informó que cancelaría la compañía de Levante. Pero, algunos allegados le hicieron pensar sobre lo ocurrido y decidió dar marcha atrás con su decisión, pero con una condición.
Para poder continuar con la expedición, Pizarro debía tener a su lado otro capitán para dirigir la misión juntos. Al escuchar esto, Almagro se postuló para el cargo ya que así impediría que una persona ajena obtuviese las ganancias por las cuales habían trabajado tanto. Pero para algunos, lo había hecho por una gran codicia.
Se enfrentan los capitanes
Almagro sabía que este puesto le sería concedido, por lo que inmediatamente comenzó a reclutar más hombres para la expedición. La idea era embarcar a estos nuevos hombres en las naves Santiago y San Cristóbal para zarpar a su segundo viaje hacia Levante. En esta ocasión ambos capitanes iban juntos y lograron desembarcar en el pueblo de Atacames.
Este hecho fue el punto de inflexión en una amistad que estaba destinada al fracaso desde hace ya algún tiempo. De Atacames se trasladaron a la isla del Gallo, aquí Pizarro permaneció con un grupo de soldados mientras Almagro se dirigía a Panamá con ambas naves.
Una vez llegados al puerto, por alguna razón comenzaron un pleito que resultó grave, a tal punto que estuvieron muy cerca de desenfundar sus espadas. El trasfondo de todo esto es que Almagro trataba muy mal a los soldados causando roces entre los capitanes. Por fortuna, en el enfrentamiento intervinieron varios amigos y lograron calmarlos.
Como mala jugada, uno de los soldados disgustados, introdujo una pequeña nota dentro de un ovillo de algodón. La finalidad de este papel era hacerlo llegar a Catalina de Saavedra, quien era esposa de Pedro de los Ríos, gobernador de Panamá.
Otro atentado a la expedición de Levante
La nota contenía una acusación que hacía el soldado hacia Pizarro y Almagro que ponía en peligro el futuro de la expedición. Pero, para fortuna de los capitanes, Bartolomé Ruiz fue en la búsqueda de ellos y sus fuerzas para que continuaran con la conquista hasta Tumbes.
Mientras esto sucedía el resto de la flota era trasladado a Panamá en una embarcación enviada por Pedro de los Ríos. Se encontraron pruebas de que existían otros territorios con mayores riquezas donde la cultura de las personas era mucho más elevada que en Tierra Firme.
Este descubrimiento hizo que tanto Diego de Almagro como Pizarro volvieran a plantearse si su compañía tenía futuro. Ya que esta se mostraba como una empresa de gran alcance que no podía depender solamente del gobierno de Panamá. Es por esta razón que los socios decidieron negociar con el rey de España sin intermediarios.
La conversación con el rey la tendría Francisco Pizarro, así pues, partió hacia la Península. Una vez que llegó a Toledo firmó una capitulación con la Corona donde se comprometía a lograr la conquista de Perú. Así Pizarro obtuvo el título por adelantado, título que Almagro y el gobernador de la Nueva Castilla deseaban.
Diego de Almagro está decepcionado
Almagro por su parte se convertiría en alcalde del fuerte de Tumbes, tendría un sueldo de 300.000 maravedís anuales y adoptaría la condición de hidalgo. Cuando Almagro se enteró de esto se sintió profundamente traicionado por su socio y amigo. Su enfado no le permitió recibir a Pizarro, sin embargo, no hubo más remedio que entrevistarse posteriormente.
Ante esto, Pizarro alegaba que la Corona no quería igualar sus privilegios puesto que habían tenido una mala experiencia con este tipo de situaciones. La explicación terminó convencer a Almagro quien limó asperezas con su socio, pero pronto llegaría un personaje que sembraría discordia entre ellos.
El hombre que llegó para hacer fricción entre los amigos era Hernando Pizarro, el hermano de Francisco, quien demostró sin ningún remordimiento su menosprecio por Almagro. Al igual que en otras ocasiones, Francisco intentó mediar y para ello le regaló a Diego su repartición de indígenas que tenían en Taboga. Como gesto de amistad, Francisco de Pizarro renunció al título de adelantado y se lo otorgó a Diego de Almagro bajo una condición, que el Monarca lo afirmara.
Tercera misión a Perú y el Mariscal Almagro
Un clima inhumano fue el escenario de los preparativos de la tercera expedición a Perú. En ese momento le llega a Almagro un escudo de armas y el nuevo título de mariscal. Logró juntar una fuerza de al menos cincuenta hombres que serían enviados hacia Perú. Mientras esto sucedía Pizarro se encontraba capturando a Atahualpa en Cajamarca.
Con este secuestro se esperaba recibir una fortuna en plata y oro como forma de pago por la liberación del indio. Antes de que todo esto ocurriera, Hernando Pizarro habría regresado a España para entregar a la Corona el dinero recolectado por el rescate de Atahualpa.
Al mismo tiempo, Almagro juntó a distintos simpatizantes de su causa para solicitar a la Corona una gobernación autónoma para él. Gracias a las riquezas adquiridas en Cuzco, Diego de Almagro gozaba de una buena situación económica que le permitía encontrar patrocinadores en el territorio indio.
Contra Almagro
Hernando Pizarro se encuentra en España y desde ahí difundió mentiras en contra de Almagro frente a los altos mandos de la Corte. Pero, aunque fue una sucia jugada, los patrocinadores de Almagro lo defendieron a capa y espada. Esto permitió a Diego obtener la gobernación de Nueva Toledo la cual debía estar al sur de la gobernación de Pizarro.
Mientras Almagro se encontraba en Cuzco recibe la Cédula Real donde se le confiere la autorización para conquistar Chile. Ante esta circunstancia, los hermanos de Pizarro, Juan y Gonzalo, con el apoyo de Francisco, se opusieron a la gobernación de Almagro en Cuzco.
Estos hechos casi desencadenan un violento y sangriento alzamiento por parte de almagristas y pizarristas. Pero, casi de inmediato ambos socios decidieron realizar una tregua de amistad el 12 de junio de 1535. Lo que se creía sería un éxito se convirtió en un completo fracaso y la conquista de Chile no sucedió.
Intentan apoderarse Cuzco
Terminando el año 1536 se inicia el recorrido para llegar a Perú a través del desierto de Atacama. Llegando a la región de Arequipa en los primeros meses de 1537. Debemos destacar que, con el fallecimiento de Atahualpa, Francisco Pizarro toma la decisión de nombrar a otro inca que pudiera entenderse con los españoles.
Este nuevo líder de los indios sería Toparpa, pero murió envenenado por uno de los seguidores de Atahualpa. Frente a esto otro inca es elegido, esta vez se trata de Manco Inca. Almagro y sus hombres de máxima confianza insistían en conquistar Cuzco que estaba resguardado por Manco inca.
Pero, la ciudad se encontraba cercada por los hermanos de Pizarro, Hernando, Gonzalo y Juan, este último muere a manos de los indios. Por esta razón, Almagro dudaba en continuar con la hazaña. Cuzco se convertiría en el punto de la discordia limítrofe entre las gobernaciones de Nueva Toledo y Nueva Castilla.
Según muchos testigos, Almagro intentó negociar con Manco Inca, sin embargo, esto no funcionó. Como el arreglo fue todo un fracaso, Diego de Almagro decidió enviar una comitiva de hombres a Cuzco para exigir a Hernando que cediera la ciudad. Pero como era de esperarse, Hernando se negó a la petición.
Los hermanos de Pizarro caen prisioneros
Durante la noche del 8 de abril de 1537 los enemigos de Almagro tomaron por sorpresa el Cuzco y los hermanos de Francisco Pizarro cayeron presos. Almagro es bien recibido por el cabildo como gobernador de Cuzco. Rápidamente se dirige hacia el Puente de Abancay donde tomó por sorpresa a un gran grupo de pizarristas.
Estos eran liderados por Alonso de Alvarado quien iba en auxilio de los hermanos Pizarro acosados por Manco Inca, Almagro obtiene la Victoria. Luego de esto, los gobernadores acordaron entrevistarse en Mala el 13 de noviembre de 1537. Sin embargo, el encuentro se vio interrumpido al retirarse Almagro, pues temía una emboscada.
Fray Francisco de Bobadilla medió entre los dos hombres para delimitar de una buena vez la posición precisa de ambas gobernaciones. Pero, hasta que no saliera su dictamen, Cuzco quedaría en manos de Pizarro. Las fuerzas de cada uno de los gobernadores debían ser disueltas o por el contrario enviadas a pelear contra Manco Inca.
Hernando Pizarro vuelve al ruedo
Diego de Almagro decidió no abandonar Cuzco hasta que el Emperador no emitiera el resultado definitivo. Pizarro aceptó, pero con la condición de que su hermano Hernando saliera en libertad, la cual logró. Luego de su liberación, Hernando creó un ejército para luchar contra Manco Inca en Cuzco.
Los seguidores de Almagro por su parte, también se marchan a Cuzco para defender a su líder. Encabezando a los Pizarristas se encuentra Hernando y el 5 de abril de 1538 se encuentran los dos ejércitos. Al día siguiente, al amanecer los dos bandos se enfrentan con una particular valentía.
Esta batalla fue excepcionalmente cruel y ninguno de los bandos daban tregua. El líder de los almagristas era Rodrigo Orgóñez y su desempeño es digno de admirar y recordar. Pero, lamentablemente fue asesinado vilmente y luego su cabeza fue cortada. Almagro y algunos otros de sus aliados lograron escapar hacia un fuerte donde intentaban defenderse.
Ejecución de Diego de Almagro
Almagro se entrega y es llevado a prisión por Hernando Pizarro quien le habría prometido perdonarle la vida. Sin embargo, Hernando ya había planeado cómo, cuándo y dónde ejecutaría a Almagro y fijó la fecha el 8 de julio de 1538. Así Diego de Almagro muere a la edad de 63 años.
Almagro dejó un hijo llamado, Diego de Almagro el Mozo, el cual tuvo con una india originaria de Panamá de nombre Ana Martínez. Años después, los almagristas asesinan finalmente a Francisco Pizarro en la ciudad de Lima proclamando como su gobernador al hijo de su líder.
Bibliografía que te interesará
- Diego de Almagro: Estudios Críticos Sobre el Descubrimiento de Chile; Obra Póstuma
- Las hazañas de Almagro
- Viajes de Francisco Pizarro y Diego de Almagro 1524 – 1532: Exploración y Conquista del Océano Pacífico de América del Sur
Artículos que te ayudarán a entender a Diego de Almagro
¿Preguntas frecuentes sobre Diego de Almagro?
Diego de Almagro fue traicionado y ajusticiado por Hernando Pizarro.
En un principio sólo se le conocía por su nombre, hasta que cogió el apellido de su localidad natal, Almagro. Sus rivales más adelante le llamarían el tuerto, por haber perdido un ojo en batalla contra los indios. Mientras que sus partidarios le llamaban Diego de Almagro el Viejo.
Los restos del conquistador Diego de Almagro se encuentran en el templo de La Merced o también conocido como Basílica Menor de La Merced en Cuzco.
Murió ajusticiado por garrote vil y luego le decapitaron en público.
Hernando Pizarro.
Diego de Almagro fue un hombre que se hizo a si mismo en los tiempos más difíciles. Supo que lanzarse a una aventura incierta llamada América era su única esperanza y así lo hizo. Allí descubriría su don con la espada y liderazgo que le llevarían a ser uno de los exploradores y conquistadores que más huella ha dejado en el actual Perú y Chile.