- Biografía de Gonzalo Pizarro
- Gonzalo Pizarro, siguiendo los pasos de su hermano Francisco
- Las grandes hazañas de Gonzalo
- A punto de perder las costas de Perú
- Gonzalo Pizarro niega la entrada a Almagro
- La rebelión de los incas
- Gonzalo Pizarro es apresado
- A punto de morir
- Inicia la expedición al País de la Canela
- Muerte de Gonzalo Pizarro
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Biografía de Gonzalo Pizarro
Gonzalo Pizarro fue el tercer y último hijo del Gonzalo Pizarro el Largo, padre de los que serían los conquistadores del Imperio Inca.
Su padre lo tuvo con una mujer llamada María de Viedma fuera de su matrimonio, con ella tuvo además a Graciana y Catalina. No hay mucha más información sobre su vida previa, pero se sabe que nació en 1510 en Trujillo, Cáceres.
Gonzalo Pizarro, siguiendo los pasos de su hermano Francisco
En 1530, Francisco Pizarro obtiene por fin la Capitulación de Toledo. Tras esto se decide a volver a Trujillo donde comienza con el reclutamiento para la compañía indiana. Allí los tres hermanos Pizarro: Juan, Hernando y Gonzalo se unieron bajo el mando de su hermano Francisco. A este grupo se le unió un hermano materno, Francisco Martín de Alcántara.
Los hermanos del conquistador no tuvieron que soportar la hostilidad de las aventuras de las expediciones correspondientes al descubrimiento del Imperio Incaico. Ya que sólo se incorporaron a la causa cuando el camino más duro ya habría sido recorrido por otros hombres.
Sin embargo, Gonzalo Pizarro y sus hermanos sí estuvieron presentes durante el desembarco en Tumbes. Y luego en el peligroso viaje por los Andes en la búsqueda del inca Atahualpa quien se encontraba en la ciudad de Cajamarca. Durante todas estas etapas se vio el fuerte carácter, valentía y talento como líder del joven Gonzalo.
Las grandes hazañas de Gonzalo
El menor de los Pizarro demostró que tenía una gran habilidad como jinete el 15 de noviembre de 1532. Ese día sucedió la aprehensión del inca Atahualpa. En este mismo acontecimiento fue capaz de romper las filas de cargadores y custodios incas junto a otros jinetes.
Con este hecho permitió que los españoles de a pie comandados por Francisco Pizarro se llevaran prisionero al inca Atahualpa. El secuestro del inca les permitió obtener una cuantiosa ganancia que fue repartida entre todos. Gonzalo Pizarro como jinete recibió un botín de 21/4 piezas de oro y 21/8 de plata, esta recompensa le daría estatus y riquezas.
El rescate del inca Atahualpa le permitió tener una vida opulenta. Sin embargo, estas riquezas no serían nada en comparación a las encomiendas y minas que le entregó Francisco, multiplicando su fortuna. Al morir Atahualpa, las tropas españolas se dirigieron al Cuzco.
Gonzalo, en ese momento no había sido nombrado capitán, sino que fue nombrado regidor. El 23 de marzo de 1534 se inicia la fundación por parte de los españoles, del Cuzco. Unos cuantos días antes a este suceso, Gabriel de Rojas se presentó ante Francisco Pizarro llevando consigo noticias preocupantes.
A punto de perder las costas de Perú
Pues Pedro de Alvarado, el gobernador de Guatemala se encontraba, junto a una flota de al menos once naves rondando el litoral de Perú. Los socios Almagro y Pizarro inmediatamente entendieron que debían apresurarse a las costas para evitar que Alvarado tomara posesión de ellas.
Almagro, habilidoso con las negociaciones logró convencer a Alvarado para que desistiera de su idea. Alvarado por su parte, pidió cien mil castellanos de oro que le fueron otorgados. A cambio este entregó las naves para unirse a las fuerzas de los socios.
Como estos hechos que se dieron en la costa, Juan y Gonzalo Pizarro quedaron encargados del Cuzco. A su regreso, Almagro estaba feliz por el título de teniente de gobernador que le había otorgado su socio Francisco Pizarro. Sin embargo, en el camino se encontró con Diego de Agüero quien le da una noticia muy esperada por Almagro.
Le dice que el rey lo ha nombrado gobernador de la Nueva Toledo. El título le era conferido con la condición de dominar doscientas leguas de territorio al sur de la región conquistada por Pizarro.
Gonzalo Pizarro niega la entrada a Almagro
Finalmente, Almagro y sus hombres vuelven al Cuzco, pero tanto Gonzalo como Juan no lo reconocieron y negaron la entrada al territorio. Ante esto, Almagro expresó que Cuzco formaba parte de su territorio de conquista y la noticia no fue tomada de buena manera por los Pizarro.
Esta situación terminó de aumentar las tensiones entre pizarristas y almagristas, por lo que un venidero conflicto no se podría evitar. Para calmar los ánimos, Francisco Pizarro llega al Cuzco donde pactó un acuerdo de paz con Almagro. Inmediatamente después de este hecho se iniciaron todos los preparativos para emprender la expedición hacia Chile.
Almagro, junto a sus fuerzas se dirigen a Chile para comenzar con la expedición en el mes de junio de 1535. Esta andanza estaba muy bien pensada y provisionada. Los hermanos Juan y Gonzalo Pizarro quedan en el Cuzco junto a Manco Inca. Este personaje representó un papel crucial para vencer definitivamente a los seguidores de Atahualpa.
Manco Inca era el líder de los incas y lo respetaban a pesar de que no tenía el estatus que debía tener un Soberano como él. Mientras tanto Juan y Gonzalo, presionaban a Manco Inca para que les diera cada vez más oro. Pese a esto, Manco Inca logró huir del Cuzco, pero fue detenido rápidamente por los españoles quienes lo hicieron regresar a la fuerza.
La rebelión de los incas
A manos de Gonzalo, Juan y Hernando, Manco Inca sufrió las peores humillaciones y abusos que a los tres hermanos se les pudiera ocurrir. Una violenta y sangrienta revuelta se formó tras la huida de Manco Inca del Cuzco quien previamente habría reclutado secretamente a otros indios.
Era el 2 de mayo de 1536 cuando las fuerzas conformadas por los incas deciden atacar la ciudad que estaba siendo protegida por unos pocos españoles. Este grupo era dirigido por el hermano mayor, Hernando Pizarro y nombró ayudantes a sus dos hermanos Gonzalo y Juan.
La persecución y acoso que dieron los aborígenes en el Cuzco fue extremadamente impetuoso y sangriento. Al mismo tiempo que atacaban el Cuzco, otro grupo de insubordinados incas atacaban la ciudad de Lima donde se encontraba Francisco Pizarro. En este terrible acontecimiento Juan Pizarro fallece al tratar de escalar el fuerte Sacsahuamán.
En este momento, Gonzalo Pizarro demuestra su preparación y valentía para enfrentar los hechos más graves. Junto a sus hombres, no dejó de atacar a los incas mientras duró la batalla. Luego de unos cuantos meses de lucha, los españoles que se salvaron, fue gracias a que, Almagro volvió de su expedición a Chile justo a tiempo.
Gonzalo Pizarro es apresado
Aunque no todo fue color de rosa, ya que, si bien Almagro salvó a los compatriotas que quedaban, optó por apoderarse de la ciudad. Esto se convirtió en un enorme problema el 8 de abril de 1537. En ese mismo momento tanto Hernando como Gonzalo fueron encarcelados.
Con ellos se encontraba Alonso de Alvarado, quien se dirigía al Cuzco con una comitiva de auxilio siendo detenido en el puente Abancay por los almagristas. Con los hermanos prisioneros, Francisco Pizarro se entrevista con Diego de Almagro para pedir su libertad y así lo hizo.
Los tres hermanos se encontraron en las costas del Perú una vez que fueron liberados. Esta decisión marcaría el fatal destino de Almagro quien se dio cuenta demasiado tarde de su error. Pronto los ejércitos de Almagro, comandado por Rodrigo Orgóñez y el de los Pizarro se encontraron e iniciaron una sangrienta batalla que ganaron los pizarristas.
Meses más tarde, Diego de Almagro era decapitado por ordenanzas de Hernando Pizarro.
A punto de morir
Gonzalo Pizarro fue uno de los protagonistas de la conquista de Chacras donde recibió minas y encomiendas para elevar su estatus. Pero, en medio de la hazaña estuvo a punto de morir, porque sólo contaba con setenta soldados que fueron emboscados por miles de indios en Cochabamba.
Al borde de la muerte pudo aguantar hasta que fue socorrido por su hermano mayor Hernando que llegó con un batallón de cincuenta hombres. La ciudad de la Plata es fundada en marzo de 1538 y Potosí a su vez sorprendió a todos con sus tesoros. Ante esto, los Pizarro aprovecharon la buena racha para disfrutar de estas riquezas.
A Gonzalo le fue mucho mejor, ya que con el dinero le vino su momento de poder y reconocimiento. Después Francisco Pizarro, quiso entregarle a su hermano menor, el descubrimiento del País de la Canela.
Gonzalo sin negarse arma un gran y provisto ejército en el Cuzco conformado por ciento ochenta soldados, seiscientos perros de guerra y cien caballos. Además de proveer de cerdos y carneros como alimento, tres mil indios cargadores y un numeroso grupo de esclavos negros.
Inicia la expedición al País de la Canela
Para finales de 1540 ya las fuerzas se encontraban en Quito, ciudad donde Gonzalo fue cordialmente recibido y reconocido como su gobernador. A esta expedición se le sumaron nuevos e importantes personajes como Francisco de Orellana.
Gonzalo Pizarro y sus fuerzas partieron entonces a la provincia de los Quixos, ahí comenzaron los obstáculos y todo tipo de problemas. En ese momento ocurrieron todo tipo de desastres naturales como la erupción de un volcán, un terremoto, frío inclemente y además la comida empezó a faltar.
Las penurias eran muchas y Gonzalo junto a los pocos hombres que le quedaban decidieron volver a Quito. Su hermano, Francisco Pizarro fue ejecutado por los almagristas el 26 de junio de 1541 quedando en su cargo de gobernador, Cristóbal Vaca de Castro.
Con la muerte de Francisco, Gonzalo perdió su cargo, pero continuó siendo el encomendero más rico del país.
Muerte de Gonzalo Pizarro
Gonzalo se entera de que Diego Centeno toma Arequipa y comanda un gran ejército. Con una flota totalmente desarmada, Gonzalo se dirige a los llanos de la Huarina donde se encuentran los dos ejércitos el 20 de octubre de 1947. Era evidente que los hombres de Centeno eran muchos más y con mayor armamento que el de Gonzalo.
Sin embargo, el menor de los Pizarro demostró nuevamente su personalidad temeraria y sus habilidades en la guerra. Tuvo la suficiente confianza en sus arcabuceros y logró atraer al enemigo que una vez cerca, Pizarro atacó con sus proyectiles. Considerado la mejor lanza, Gonzalo Pizarro obtiene la victoria en esta sangrienta batalla.
Pizarro peleó otra batalla, esta vez contra Pedro de la Gasca y posteriormente fue entregado a Diego Centeno, este lo trató de una forma respetuosa. Gonzalo se mantuvo calmo sin dar demostraciones de arrogancia y durante la noche estuvo confesando sus pecados ante un sacerdote.
El conquistador es llevado a juicio por tradición a la Corona y es sentenciado a muerte por decapitación. A Gonzalo no se le quitaron las ropas y su cuerpo fue enviado a la iglesia de la Merced del Cuzco. Aquí también descansaban Diego de Almagro y su hijo.