- Como reclutaban Scott y Amundsen al personal de la expedición
- Expedición Antártica británica (conocida como expedición Terra Nova).
- Expedición Antártica noruega, (la de Amundsen)
- Análisis reclutamiento.
- Si quieres saber más
“Se buscan hombres para viaje peligroso. Sueldo escaso. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura el regreso. Honor y reconocimiento en caso de éxito”.
Ernest Shackleton, Londres, 1907
Como reclutaban Scott y Amundsen al personal de la expedición
Tras analizar diferentes variables como biografía, características, formación y experiencia de los diferentes miembros de ambas expediciones. Se puede llegar a definir los diferentes criterios que usaron ambos jefes de expedición para poder alcanzar los primeros al codiciado Polo Sur.
A primera vista, la mayor diferencia que se puede apreciar en los criterios de reclutamiento , es la pertenencia a la milicia o al mundo civil. Se puede considerar que la expedición británica aunque no en su totalidad, sí que en un gran porcentaje, pertenecía al mundo castrense. Concretamente a la Royal Navy, lo cual no es raro si atendemos a que Robert Falcon Scott, era oficial de la Armada británica. Además hay que añadirle que sus anteriores expediciones y experiencias relacionadas con la exploración polar, las había ejecutado bajo la dirección del almirantazgo y la Royal Society.
Formación científica y técnica en las Armadas S.XVIII y XIX.
También es un hecho, que durante los siglos XVIII y XIX, la formación científica que recibían los oficiales de las Armadas europeas era elevadísima. Por supuesto, cabe destacar, que la responsabilidad de liderar en aquellos siglos las campañas científicas, recaía en las armadas de los respectivos países. Un claro ejemplo de ello son todas las expediciones científicas ejecutadas por el alto mando ingles durante dichos siglos.
Importancia de la experiencia y los roles a desempeñar.
Por lo contrario, la expedición de Amundsen fue mucho más humilde si atendemos a número de personal y material. Amundsen como buen conocedor de las regiones árticas, se fijó el objetivo de conquista del Polo Sur, sin renunciar a la parte científica sin duda necesaria. Se rodeó de gente (personal civil en su totalidad), experta en diferentes materias (todas ellas necesarias para la consecución del objetivo marcado), pero con un rasgo en común, todos tenían cierto grado de experiencia en las regiones árticas.
Expedición Antártica británica (conocida como expedición Terra Nova).
Al contrario de la anterior expedición de Scott (expedición Discovery) financiada conjuntamente por la Royal Society y la Royal Geographical Society, la expedición Terra Nova fue una iniciativa privada. Obtuvo la mitad de esta cantidad mediante subvenciones gubernamentales, pero el presupuesto fue conseguido mediante la búsqueda de patrocinadores.
La expedición Terra Nova, fue una expedición relativamente importante, estaba formada por 65 hombres elegidos entre 8000 candidatos. Para poder comparar las políticas de reclutamiento entre ambas expediciones debemos poner el foco en la procedencia de estos.
De los 65 hombres seleccionados 50 eran militares y 15 civiles. Esta diferencia porcentual, se debe a lo siguiente. A pesar de ser una empresa privada, el almirantazgo fue muy generoso abasteciendo a la expedición con oficiales y marineros. El caso de reclutamiento de Oates es también curioso, puesto que él pertenecía al ejército de tierra británico (capitán de dragones) y no a la Royal Navy como el resto. Oates, procedía de una familia acaudalada y dada su experiencia con caballos y su solicitud de ingresar en la expedición junto a una importante donación de mil libras, propició la decisión final de Scott.
La parte científica era imprescindible
Para llevar a cabo todo el programa científico, Scott seleccionó, a personal más experimentado que en su expedición anterior. El plantel científico estaba encabezado por el doctor Edward Adrian Wilson, que ya había servido junto a Scott en la expedición Discovery. Junto a Wilson un total de 8 científicos expertos en diferentes áreas como zoología, meteorología, geología, física y biología, fueron los responsables del programa científico.
Atendiendo a la experiencia previa que requiere este tipo de expediciones, de los 65 integrantes solo 12 personas contaban con algún bagaje en este tipo de situaciones. Seis de los miembros estuvieron anteriormente con Scott en la expedición Discovery y cinco fueron miembros de la expedición Nimrod de Ernst Shackleton. El último de estos doce miembros con cierto grado de experiencia, fue el teniente Teddy Evans, que había sido oficial de navegación del SY Morning, siendo responsable de asistir al Discovery durante su expedición.
Si vas al Polo Sur debes saber esquiar
También cabe resaltar, que de los 65 miembros de la expedición, el número de esquiadores o con conocimientos en esta área, era muy reducido, siendo los más destacados un antiguo oficial de la Royal Navy, Víctor Campbell, y un joven experto esquiador noruego, Tryggve Gran, recomendando a Scott por el mismísimo Fridtjof Nansen. Curiosamente, ninguno de este personal tomo parte del asalto final al Polo Sur.
Expedición Antártica noruega, (la de Amundsen)
La Expedición Antártica noruega, más conocida como la expedición Amundsen, fue una empresa privada, dirigida por el Roald Amundsen. A lo largo de sus anteriores expediciones Amundsen había ido identificando importantes lecciones aprendidas.
La aplicación de dichas lecciones, tuvieron un peso indudable a la hora de obtener el éxito de alcanzar el Polo Sur. Se logró cinco semanas antes que la expedición británica. De sus experiencias a bordo del Bélgica y del GjØa, había aprendido la importancia de contar con compañeros fiables a la vez que experimentados en las diferentes áreas necesarias para conseguir el objetivo.
Los esquís y los perros serían la clave
Al contrario que la expedición británica, como veremos más adelante, Amundsen compartía la opinión de Nansen, de que los esquís y los perros de trineos proporcionaban, con diferencia, el método más eficiente de transporte ártico.
Una vez estudiadas toda la documentación disponible sobre las expediciones más relevantes en la Antártida hasta la fecha (especialmente las expediciones Discovery y Nimrod), Amundsen, había llegado a la conclusión que el uso de trineos tirado por perros, sería la forma más eficaz en la meseta antártica.
Como consecuencia, Amundsen estaba decidido a disponer los mejores perros de Groenlandia y a los mushers más hábiles. Además Amundsen, reclutó un total de 19 hombres, todos civiles, para llevar a cabo la expedición, destacando los siguientes:
- Escogió a tres lugartenientes navales como oficiales, todos con experiencia previa en regiones polares: Thorvald Nilsen (fue su segundo de a bordo), Hjalmar Fredik Gjertsen y Kristian Prestrud.
- Como compañeros de asalto al Polo Sur, Amundsen eligió a Olav Bjaaland, Oscar Wisting, Helmer Hanssen y Sverre Hassel.
- Consciente del valor que suponía tener un cocinero competente, se aseguró los servicios de Adolf Lindström, otro veterano de la expedición de Otto Sverdrup, que también había servido con Amundsen en el GjØa.
Nunca se abandona a un compañero
Del total de 19 hombres, 18 fueron elección personal del propio Amundsen, siendo Hjalmar Johansen, una petición de Fridtjof Nansen a la que Amundsen no se pudo negar. Johansen era un experimentado explorador polar, compañero de Nansen en su aventura de alcanzar el Polo Norte. A su vuelta, Johansen fue incapaz de adaptarse a la vida normal y a pesar de los esfuerzos de Nansen por ayudarle, su vida giró en torno al alcohol y a las deudas financieras.
Durante la expedición al Polo Sur, el único problema de carácter personal entre los expedicionarios fue con Johansen, llegando a ser expulsado y enviado de vuelta a Noruega por Amundsen. Este conflicto durante el primer intento de asalto al Polo Sur, refuerza la idea original de Amundsen de rodearse de compañeros estables y compatibles.
Análisis reclutamiento.
Como podemos ver, existe una gran diferencia en cuanto a personal, en ambas expediciones. De las 65 personas en la británica frente a 19 personas en la noruega. Otra curiosidad es la procedencia de este personal. El 77% del personal de Scott provenía del mundo castrense, mientras que el 100% del personal de Amundsen era civil. Lo ciertamente curioso, es el diferente enfoque empleado por ambos líderes a la hora de establecer unos criterios de selección. Siendo este hecho algo fundamental y muy a tener en cuenta si se pretende llevar a cabo una misión de al menos tres años de duración en condiciones de vida precarias y condiciones medioambientales durísimas.
Scott confió en los compañeros que no le habían fallado
Ambos líderes contaban con gran experiencia en regiones polares, pero sus decisiones a la hora de establecer un perfil de aspirante para su selección no pueden ser más diferentes. Por un lado nos encontramos con el capitán Scott, donde busca rodearse en su mayoría en personal proveniente de su “mundo”, es decir de la Royal Navy, de hecho, durante la adquisición del buque Terra Nova, Scott lo encuadró en el Real Escuadrón de Yates, para así poder comandarlo como si de un buque militar se tratara. Scott confió en personal que anteriormente había servido con él en el Discovery o en la expedición de Shackleton. Pero ciertamente, a pesar de la valía indudable de estos hombres, parece, que este criterio no se ajusta exactamente en la búsqueda de un perfil determinado para cumplir con la misión enmarcada en las circunstancias medioambientales que se iban a enfrentar.
Amundsen eligió a los más preparados para llegar primero al Polo Sur
En el lado opuesto, se encuentra Amundsen, quien con una preparación y planeamiento meticulosos, sí que sabía que perfil de personal iba a necesitar. Debido a la duración de la misión (tres años) y a sus condiciones, Amundsen tenía claro que debía ser personal de confianza absoluta y fiable. Pero para él, esto no era suficiente. Amundsen buscó a los mejores hombres posibles, con gran experiencia en ambientes polares y expertos en diferentes áreas. Era consciente de todas las labores a realizar durante la fase de planeamiento, la fase de preparación y la de ejecución.
No es de extrañar, que buscara los mejores, esquiadores, carpinteros, guías de perros. Buscaba gente con suficientes recursos para poder hacer frente a cualquier situación imprevista. A diferencia de Scott, el cual dio un peso importantísimo a la investigación científica, con un gran grupo de científicos. Amundsen, aunque no renunció a dichas investigaciones, si las tuvo en un segundo plano, siendo la prioridad absoluta, el llegar los primeros al Polo Sur. Amundsen planeo hacer la mayoría de investigaciones científicas en suelo antártico durante la fase de preparación en zona. Esto le permitió reducir al mínimo dichas investigaciones en su asalto final al polo.
Desde punto de vista de experiencia previa.
Si reiteramos el aspecto de disponer de gente experimentada en este tipo de misiones, el balance es no podría ser más diferente. La expedición noruega disponía de un 100% de personal con cierto nivel de experiencia en ambientes polares. Mientras que en la expedición británica, esta cifra se ve reducida a un escaso 18% del total.
Desde punto de vista logístico.
Para poder llevar a cabo una expedición de esta envergadura, se requiere mucho tiempo de preparación y mucha financiación. Para que sirva de referencia, una expedición a la Antártida suele requerir de al menos tres años de preparativos. Tenemos el ejemplo de la expedición Messner-Fuchs de 1989. En donde otra autoridad Reinhold Messner, relata en su libro “La Antártida: cielo e infierno”, todos los detalles de planeamiento y ejecución de su exitosa expedición a la Antártida.
Esta expedición, requirió de una potente financiación. Aunque solo se trataba de dos personas que querían cruzar la Antártida a pie tirando ellos mismos de sus trineos. Ahora debemos imaginar, el coste que una expedición tendría hace más de cien años. La expedición de Scott era inmensa, 65 personas, material, suministros, salarios para tres años. La expedición de Amundsen no por ser menor en número requirió menos apoyos. En comparación con la británica, también requirió de un enorme volumen de material, suministros y financiación para llevarla a cabo. Lo cual nos hace pensar que quizás a la hora de la verdad contaron con más recursos por expedicionario.