- La importancia de la Logística en la expedición Polar
- El abastecimiento Polar: subsistencias
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La importancia de la Logística en la expedición Polar
“Lo difícil es lo que tarda cierto tiempo; lo imposible es lo que tarda un poco más.”
Fridtjof Nansen
Las expediciones polares de principios de siglo XX, tuvieron algunos rasgos en común, independientemente que se desarrollaran en el Polo Norte o en el Sur.
Fridtjof Nansen, en su expedición Polar a bordo del Fram, de 1893 – 1896, marco un precedente en cuanto a organización y planeamiento de una expedición en ambientes polares. La experiencia de Nansen, inspiro a los futuros exploradores en los que se incluyen Scott y Amundsen.
Lo fundamental del control de calidad de materiales en los Polos
El detallado planeamiento, el control de calidad de materiales y suministros, fueron los cimientos donde se erigieron las siguientes expediciones. Desde el punto de vista logístico, la expedición Terra Nova y la expedición Amundsen, eran muy similares. A grandes rasgos, los equipos, suministros etc. eran bastantes similares. Si bien es cierto, que dentro de esta similitud, la expedición noruega, dedicó una profunda atención a todos estos elementos y otorgándole la más alta prioridad, no solo durante la fase de preparación, si no también durante la mismísima ejecución.
Para poder comparar, ambas expediciones desde el punto de vista logístico, se ha dividido en nueve clases todos los artículos necesarios que se necesitaron para culminar la conquista del Polo Sur.
En este artículo y los siguientes de la serie, se focalizará, en la logística de la expedición noruega, cuyo planeamiento, control, adaptación fue muy superior a la británica.
“Mi objetivo para cuando llegara el invierno y toda la base estuviera en perfecto funcionamiento, era concentrar todas nuestras fuerzas en un solo objetivo: alcanzar el Polo”.
Roald Amundsen
El abastecimiento Polar: subsistencias
Raciones para personal en el Polo Sur.
Ambas expediciones prestaron gran atención sobre este punto. Realizar un trabajo físico, en las condiciones medioambientales adversas de la Antártida, requiere un detallado planeamiento. A comienzos del siglo XX, las raciones estaban basadas en la ciencia nutricional de 1910 (antes del conocimiento de la vitamina “C”).
En este punto, aunque se desconocía que la aparición de escorbuto se debía a una falta de vitamina “C”, la expedición noruega, sabia, que la base de la alimentación se realizaba a través de carne fresca, se podía evitar la aparición del escorbuto.
La ración diaria de un británico en el Polo.
La expedición Polar británica calculó, que la ración diaria básica para una persona debía consistir en 450 gr. de galletas, 336 gr. de pemmican, 84 gr. de azúcar, 56 gr. de mantequilla, 20 gr. de té y 16 gr. de cacao. Posteriormente, esta dieta se amplió y enriqueció con la carne de los caballos que murieron durante la travesía al Polo Sur.
La caza como remedio al escorbuto.
Amundsen, durante el planeamiento, era plenamente consciente, que si quería evitar la presencia de escorbuto en su equipo, debían de cazar y aprovisionarse de suficiente carne fresca, para la duración de la misión. Para ello, diseño un plan de trabajos, donde dedicaron tiempo suficiente a la caza de focas, con el objetivo de tener carne fresca tanto los hombres como los perros.
“El escorbuto, el peor enemigo de las expediciones polares, debe ser alejado a toda costa y para conseguirlo mi intención era comer carne fresca todos los días”.
Roald Amundsen
No les debió resultar difícil de llevar a cabo, puesto que el propio Amundsen, comentó que todos los miembros de la expedición preferían la carne de foca a la comida enlatada.
El envasado de las provisiones Noruegas.
La expedición noruega eligió las provisiones con el mayor de los cuidados y fueron empaquetadas con esmero. Los comestibles se precintaron en botes metálicos y los colocaron en robustas cajas de madera. Como grandes conocedores de este tipo de expediciones, era de suma importancia llevar las provisiones enlatadas. Amundsen hizo especial hincapié, en prestar toda la atención posible a los suministros, cualquier descuido, cualquier lata con algún defecto de fabricación, podía conducir por norma general al escorbuto.
Esta meticulosidad, hizo que las cuatro expediciones noruegas al polo (tres viajes del Fram y uno del Gjøa), no hubiera ningún caso de escorbuto. En el caso de los noruegos el profesor Sophus Torup, fue la autoridad supervisora en todos los temas relacionados con el aprovisionamiento. La responsable de proporcionar la comida enlatada fue la empresa noruega Moss, quien también se encargó de suministrar el pemmican para perros y hombres.
El pemmican experimental
Es reseñable, que el pemmican utilizado por los noruegos, era diferente al utilizado por la expedición británica. Para esta expedición, el pemmican, estaba confeccionado a base de carne seca mezclada con manteca de cerdo, verduras y harina de avena. En principio, este tipo de pemmican se elaboró para el uso de la Armada noruega como «ración de supervivencia». En aquel momento se encontraba en proceso de experimentación, dio un excelente resultado durante la campaña antártica.
A parte de la carne fresca de foca y del pemmican, al igual que los británicos, los complementos alimentarios que utilizaron en su viaje al sur, tenía que cumplir dos condiciones, ser simple y nutritiva.
Dispusieron de galletas, chocolate y leche en polvo. Las galletas estaban elaboradas con los siguientes ingredientes, harina de avena, leche deshidratada y azúcar. Gracias a su eficiente envasado, consiguieron mantenerse frescas y crujientes toda la expedición. La expedición Polar noruega, también fue pionera en utilizar leche en polvo, organizada en delgadas y pequeñas bolsas de lino, no viéndose afectadas ni por el calor, humedad, sequedad o frío.
Raciones para animales en el Polo Sur
Del mismo modo que una buena planificación en la alimentación de los hombres, en las expediciones polares de principios de siglo XX, la alimentación de los animales es otro factor fundamental a estudiar. Los animales, eran utilizados como la principal fuerza de arrastre de todo el equipo y material. Tener animales sanos y fuertes, se volvió una prioridad para el personal.
Scott prefería los ponis
La expedición Polar británica, transporto desde Siberia 34 perros y 19 ponis de Manchuria. Los británicos, confiaban plenamente en el uso de caballos sobre los cánidos. Scott, al igual que Shackleton, defendía este argumento, puesto que un perro podía arrastrar una carga de 50 kg, mientras que un caballo podía arrastrar 800 kg.
“En comparación con el perro, el poni es un animal mucho más eficiente, un poni haciendo el trabajo de al menos diez perros y viajando una distancia mayor en un día…”.
Shackleton
Los perros árticos nunca fallan
Los noruegos, nunca compartieron argumento, a su parecer, la mejor manera de moverse en ambientes polares era con perros árticos. Es cierto, que un perro tiene menor capacidad de arrastre, sin embargo, la ración diaria de alimento 750 gr. (los canes), empequeñece en comparación con la que necesita un caballo, unos 5 kg.
Fridtjof Nansen y Amundsen, eran partidarios del uso de perros, puesto que también resisten mucho mejor el frío, y al tener un menor peso, tienden a hundirse menos en la nieve, algo fundamental en el caso de atravesar una zona de profundas grietas. Además, los perros no tienen ningún reparo en comer carne de perro, lo que facilitaba el suministro de carne fresca, en su camino al polo.
Atendiendo al tipo de alimento para consumo animal, los británicos se decidieron por una combinación de forraje y un suplemento especial a base de carne conocido como “Maujee Ration”. Llevaron cerca de diez toneladas de forraje comprimido consistente en avena, salvado y paja, asimismo, también se transportó una gran cantidad de maíz. El “maujee”, estaba compuesto por una mezcla de carne seca, zanahorias, leche y azúcar.
Los perros de Groenlandia
Al contrario que los británicos, los noruegos no llevaron caballos, utilizando perros como medio principal de arrastre. Amundsen, llegó a disponer en la Antártida de 116 perros procedentes de Groenlandia. Para su alimentación, encargó la preparación de un pemmican especial para perros a la empresa Moss (la misma que suministró el pemmican para consumo humano).
Los perros tenían una dieta variada
Dicha empresa, preparó dos tipos de pemmican, uno con pescado y otro con carne, con el objeto de hacer más variada la dieta de los canes. El pemmican, aparte de llevar carne o pescado seco, contenía manteca de cerdo, leche deshidratada y proteínas suplementarias para animales. Ambas clases de comida eran excelentes, y según Amundsen, los perros estuvieron siempre en magníficas condiciones.
Los noruegos, hicieron raciones de 420 gr. de este pemmican, pudiéndose proporcionar directamente como estaban. El pemmican fue reservado para su consumo en la Antártida, siendo las raciones de pescado seco junto manteca de cerdo el principal alimento de los canes en sus cinco meses de transporte marítimo.