- Colón zarpa otra vez, pero ya no tiene el monopolio
- Camino a Cabo Verde
- La salud del almirante empeora
- Los Colón caen en desgracia
Colón zarpa otra vez, pero ya no tiene el monopolio
El tercer viaje de Cristóbal Colón zarpó de Sanlúcar de Barrameda (España) el 30 de mayo de 1498 con seis barcos y unos 226 hombres para realizar su tercer viaje al Nuevo Mundo. Le acompañaba Bartolomé de Las Casas, que más tarde publicaría transcripciones parciales de los diarios de navegación de Colón.
Simultáneamente, la corona había autorizado una serie de expediciones de carácter privador que partieron ese mismo año rumbo al Nuevo Mundo. Estas expediciones conocidas como los viajes menores, habían recibido sus respectivas capitulaciones reales, restándole así privilegios a Cristóbal Colón.
Estos viajes tendrían como protagonistas a los conocidos:
- Vicente Yañez Pinzón.
- Alonso de Ojeda.
- Américo Vespucio.
- Juan de la Cosa.
- Pero Alonso Niño.
Camino a Cabo Verde
Colón navegó hasta la isla portuguesa de Porto Santo, y luego pasó un tiempo en Madeira con el capitán portugués João Gonçalves da Camara. El 19 de junio llegó a la isla de la Gomera, en las Islas Canarias. En ese momento, la flota se dividió en dos escuadras: tres naves partieron directamente hacia La Española con provisiones para los colonos de ese lugar; pero las otras tres, comandadas por Colón, tenían la misión de explorar para encontrar cualquier tierra al sur de las islas conocidas en las Indias.
En busca de nuevos territorios
El Almirante navegó primero hacia las islas de Cabo Verde, donde no tuvo éxito en sus intentos de obtener ganado. El 4 de julio navegó hacia el suroeste desde Cabo Verde, pero el día 13 sólo habían recorrido 120 leguas. Después de estar ocho días a la deriva en los Doldrums, el 22 volvieron los vientos y Colón puso rumbo al oeste.
En la mañana del 31 de julio el agua escaseaba, por lo que el Almirante decidió dirigirse directamente a Dominica, la isla que había descubierto en su segundo viaje. Tras cambiar el rumbo, avistó una isla y como la isla tenía tres colinas, Colón la llamó Trinidad, en honor a la Santísima Trinidad.
La flota obtuvo agua en la costa sur de Trinidad y divisó la costa de Sudamérica. Colón exploró las aguas entre Sudamérica y Trinidad del 4 al 12 de agosto. Exploró la tierra firme de Sudamérica, incluido el río Orinoco.
Colón se dio cuenta del volumen de agua que llevaba al mar el río Orinoco frente a Trinidad. Llamó al lugar Boca del Drago, por la forma en que se agitaban las aguas. Se dio cuenta de que el enorme volumen de agua dulce evidenciaba la existencia de un continente, y no de una isla.
«Yo creo que éste es un gran continente, desconocido hasta hoy, pues de él desemboca una gran cantidad de agua dulce, y por otra parte Estras dice en su libro que sobre la tierra hay seis partes de tierra firme por una de agua».
Cristóbal Colón
Cuando Colón desembarcó, su tripulación fue la primera que pisó suelo sudamericano. Los nativos se mostraron amistosos y comerciaron con ellos. Pocos días después, el almirante volvió a zarpar y llegó a la isla de Margarita, donde encontró a los nativos pescando perlas, de las que obtuvo tres sacos por trueque.
La salud del almirante empeora
La salud de Colón era mala en ese momento, y no verse bien ordena a la flota que navegue hacia La Española con rumbo noroeste-norte. Sus naves llegarían al sur de La Española el 19 de agosto de 1498.
Colón encontraría en la Española que muchos de los colonos españoles estaban descontentos por la falta de riquezas y se sentían engañados. Durante su ausencia, su hermano Bartolomé había abandonado a Isabel y establecido su cuartel general en Santo Domingo.
Algunos colonos y frailes que consiguieron volver a la península ibérica presionaron contra Colón en la corte española, acusándole de mala gestión. Los reyes enviaron al administrador y juez real Francisco de Bobadilla que llegó el 23 de agosto de 1498.
Los Colón caen en desgracia
El almirante recibió la orden de entregar a Bobadilla las fortalezas y todos los bienes públicos de la isla. Al cabo de cinco años, la capacidad administrativa de Colón había resultado altamente ineficiente. La autoridad virreinal de Colón fue suspendida indefinidamente, y su cargo quedó reducido a un mero título que finalmente cayó en desuso
Pocos días después del desembarco de Bobadilla, Diego y Bartolomé Colón, y más tarde el propio Cristóbal, fueron encarcelados y encadenados. Bobadilla les acusó de ser súbditos rebeldes y se apoderó de sus bienes privados para pagar sus deudas personales.
A principios de octubre de 1500, los tres hermanos, aún encadenados, fueron embarcados y enviados a España, llegando a Cádiz a finales de mes. El trato que recibieron a bordo parece haber sido considerado. El capitán Vallejo se ofreció a quitar los grilletes de las manos de Colón, liberarandolo así de las cadenas. Sin embargo Cristóbal negó a aceptar dicha oferta.
La noticia de la llegada de Colón como prisionero fue recibida con estupor por los monarcas, que vieron que Bobadilla había abusado de la confianza depositada en él. El pueblo también vio la injusticia, y se hizo todo lo posible para aliviar a Colón de su humillante condición y asegurarle el favor real, es decir, todo menos restituirlo como Gobernador de las Indias.
Aunque recuperó su libertad, no recuperó su prestigio y perdió la gobernación. Como insulto añadido, los portugueses habían ganado la carrera a las Indias: Vasco da Gama regresó en septiembre de 1499 de un viaje a la India, tras haber navegado hacia el este alrededor de África.