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Tras la última frontera

Juan de la Cosa y su carrera como conquistador

  1. Juan de la Cosa, un espía al servicio de su majestad
  2. Viaja a las Indias junto a Colón
  3. La travesía de Ojeda y la primera expedición a Venezuela
  4. El mapa de Juan de la Cosa
  5. Expedición con Rodrigo de Bastidas
  6. Los viajes de La Cosa
  7. El ocaso de Juan de La Cosa

Se sabe que este célebre personaje Hispano nace en Santoña, Cantabria entre los años 1450 y 1460. Juan de la Cosa alcanzó la fama por haber sido el creador del mapa más antiguo del continente americano, conservado hasta nuestros tiempos. Además, participó en siete de los muchos viajes que se hicieron a América durante la conquista.

Juan de la Cosa, un espía al servicio de su majestad

Historiadores e investigadores llegaron a la conclusión de que Juan de la Cosa nació presumiblemente en la villa de Santoña en Cantabria. Se llega a esta conclusión ya que existe documentación que indica que tanto él como su familia vivieron en esa ciudad. El año de su nacimiento también es un enigma, pero se cree fue entre 1450 y 1460.

Los datos acerca de su infancia no fueron encontrados, por lo tanto, no hay información certera sobre lo que pasó en sus primeros años de vida. Lo que se cree es que de muy joven se alistó como marino. En este año aprendería el oficio de la mar navegando por el mar Cantábrico, más tarde a las islas Canarias y finalmente hacia África occidental.

No es sino hasta 1488 que se tiene rastro del hombre, en ese momento se encontraba en Portugal. Al mismo tiempo, el navegante Bartolomé Díaz había llegado a Lisboa tras el descubrimiento del cabo de Buena Esperanza.

Con esta noticia, los Reyes Católicos envían a de la Cosa de incognito a la capital portuguesa para que se hiciera de información sobre el descubrimiento. El joven lo hizo con éxito y logró regresar a Castilla antes de ser arrestado por las autoridades en Portugal.

Viaja a las Indias junto a Colón

Primer viaje: el hundimiento de su nave

En 1492, cuando Cristóbal Colón emprendió el viaje a las Indias, Juan de la Cosa no reparó en acompañarlo. El joven iba a bordo de su nao llamada Gallega la cual fue rebautizada como Santa María para esta importante expedición. Su cargo dentro de la tripulación era de maestre al mando de Colón.

Desembarco de Colón y Juan de la Cosa en el nuevo mundo.
Desembarco de Colón y Juan de la Cosa en el nuevo mundo.

Durante la noche del 24 de diciembre de ese año, la nave hizo aguas mientras pasaban por las costas haitianas donde finalmente se hundió. De acuerdo con las notas escritas por Colón ante aquella situación, la responsabilidad del hecho recaía sobre el joven maestre. Pues el incidente sucedió durante su guardia y además huyó.

Unos meses después, ya en 1593 los Reyes Católicos le dieron a Juan de la Cosa una indemnización por los daños y hundimiento de su embarcación. Esta compensación consistía en que tenía permiso de transportar doscientos cahíces de trigo dese Andalucía hasta Vizcaya sin tener que pagar impuestos durante nueve meses.

Segundo viaje: Cuba no es una isla

A pesar de lo que había sucedido en el primer viaje, de la Cosa volvió a participar en la segunda expedición a las Indias. Esta travesía duró tres años (1493 – 1496) donde posiblemente el joven colaboró como cartógrafo. Pero, un documento hallado en 1998 desestima esta teoría.

Puesto que el navegante aparece en la nómina de la nave Colina como un simple marinero con un sueldo de no más de 1000 maravedís mensuales. Además, se conoció que el muchacho se enroló para una expedición que tuvo lugar en la costa de Cuba.

Así lo confirma un documento de juramentación hecho por Colón en el cual forzó a su tripulación a firmar. El objetivo era dejar constancia de que Cuba no era una isla. La declaración tiene fecha de junio de 1494, en ella Juan de la Cosa aparece como un marinero del navío la Niña.

El enigma de un tercer viaje

Muchos biógrafos e historiadores aseguran que La Cosa, sólo participó en los dos primeros viajes de Colón al continente americano. Aunque, Bartolomé de las Casas asegura que el marinero, en esos años (1498 – 1500) era el mejor piloto. Y afirma que probablemente acompañó a Colón en todas sus expediciones.

Además, existe una declaración que dio un testigo de los Pleitos Colombinos donde afirma haber visto a De la Cosa junto al almirante en el descubrimiento de Paria. Se estima que este descubrimiento tuvo lugar en el tercer viaje de Colón. Es por ello que se dice que el marinero si participó en este viaje, pero al parecer regresó antes que el almirante.

La travesía de Ojeda y la primera expedición a Venezuela

Para 1499, los Reyes Católicos deciden que el monopolio sobre la navegación a América de Colón terminaría finalmente. Con esto, se abren las oportunidades para que otros marineros y empresarios puedan realizar otras expediciones.

A estos nuevos viajes se les denominó viajes de reconocimiento o viajes andaluces. Este último título se acuñó gracias a que todas las expediciones partían desde Andalucía, además, sus navegantes procedían en su mayoría, de esta zona de España.

El primer viaje como cartógrafo

Con esta nueva organización, Juan de la Cosa vio la oportunidad de participar como piloto mayor y cartógrafo en esta primera expedición. Al mando en esta ocasión se encontraba el experimentado navegante Alonso de Ojeda, quien también formó parte de la segunda expedición de Colón a las Indias.

El 18 de mayo de 1499 parte la cruzada desde Cádiz hasta el cabo Aguer y finalmente hasta la Gomera. Pronto, en menos de un mes ya se encontraban en el golfo de Paria ante la desembocadura del río Orinoco en Venezuela.

Una vez allí, decidieron explorar con mucho cuidado las costas caribeñas rumbo al occidente. La expedición llegó hasta la península de Coquivacoa y el cabo de la Vela, territorio que actualmente se encuentra en Colombia. En este viaje, La Cosa es herido por los indios con una flecha.

Luego, decidieron navegar hacia La Española, territorio prohibido para esta práctica y posteriormente regresaron a España. No se sabe la fecha exacta de su regreso, pero se estima que fue en entre noviembre de 1499 y mayo de 1500.

Esta expedición no representó una gran compensación económica para el navegante. Pero sí pudo cartografiar meticulosamente toda la costa explorada que luego reflejaría en gran detalle en su insigne mapamundi.

El mapa de Juan de la Cosa

El mapamundi de Juan de la Cosa es el más antiguo y mejor conservado en el que figura el continente americano es una maravillosa obra creada por La Cosa para La Corona. En forma de rectángulo irregular enlazado con dos pieles de pergamino reposa una pintura de 96 cm de ancho por 183 cm de largo.

Es la imagen del Mapamundi de Juan de la Cosa, el cual es el primero en reflejar, África, América, Europa y Asia.
El mapa de Juan de la Cosa que lo hizo inmortal

En ella se puede observar detalladamente todo lo que vio durante la expedición en la región sin perder nada de vista. Uno de los extremos del mapa alberga una representación de San Cristóbal. Esta podría ser una referencia del almirante Cristóbal Colón ubicado en el ocaso de las Antillas con una leyenda debajo de esta.

Esta dice claramente: “Juan de la Cosa la fizo en el puerto de S: mã en año de 1500”. El mapamundi guarda toda la información recabada durante el descubrimiento del continente americano realizado por Colón, Ojeda, Yáñez Pinzón, Álvarez Cabral, Caboto.

Además, de los viajes realizados por otros conquistadores portugueses como Bartolomeu Días y Vasco da Gama.

Organización del Nuevo Mundo

Los hallazgos realizados por De la Cosa sugirieron que el territorio explorado en el norte y sur de América estarían unidos como un mismo continente. Pero, la imagen estratégicamente ubicada en la parte superior insinúa que hay un paso marítimo entre las dos ubicado en Centroamérica. Esto era algo que Colón sostenía firmemente.

Juan de la Cosa identifica en este mapa a Cuba como una isla en contradicción con lo que pensaba el almirante. El pergamino muestra a las Antillas completamente. En el caso de América del Sur se puede ver la costa que inicia en el cabo de la Vela hasta el cabo de San Agustín. Además, se pueden ver algunas tierras del norte de Brasil.

Pero con América del Norte sucede todo lo contrario, en esta no figuran la península de Yucatán, el golfo de México ni la península de Florida. En cuanto a América Central, esta se encuentra oculta tras la imagen del santo.

La distribución del resto

En este mapa se puede ver cómo el litoral de África se encuentra dibujado correctamente por primera vez. Esto es porque durante los viajes de los portugueses se pudieron obtener todos los datos que completaran la información cartográfica. Por otro lado, Europa y el Mediterráneo aparecen con bastantes detalles y muy precisos.

Sin embargo, numerosas regiones de Asia figuran vacías y las que tienen información son bastante imprecisas. Como decoración, Juan de la Cosa utilizó barcos, banderas, ciudades, rosas de los vientos, personajes bíblicos y algunas deidades legendarias.

También se pueden ver algunos ríos y en su mayoría, la onomástica geográfica se encuentra escrita en castellano antiguo.

Expedición con Rodrigo de Bastidas

Dentro de los numerosos viajes que realizó De la Cosa durante su carrera se encuentra la expedición Bastidas. Este, a finales de los años 1500 habría obtenido el permiso para explorar el Nuevo Mundo. Es ahí cuando el notario, natural de Sevilla, decide acudir a De la Cosa para que le aconsejara sobre cuáles rutas tomar durante su viaje.

Estatua de  Rodrigo de Bastidas que refleja la época de las expediciones que hizo con Juan de la Cosa.
Estatua de Rodrigo de Bastidas

Mientras preparaba el viaje, Rodrigo de Bastidas nombró al navegante, piloto mayor de esta expedición. Junto a él se encontraba Vasco Núñez de Balboa, quien más tarde se haría muy conocido por participar en la travesía.

En octubre del año 1500, Bastidas y su tripulación zarpan desde Cádiz para emprender su viaje hacia América. Al mando de dos barcos, la flota recorrió las costas caribeñas comenzando en el cabo de la Vela rumbo hacia el oeste. Durante este trayecto descubriendo un enorme río al que bautizaron Magdalena.

Además, estuvieron al borde de naufragar en las Bocas de Ceniza. Luego de ese incidente donde casi pierden sus embarcaciones se marchan hacia el golfo de Urabá hasta llegar al Puerto de Escribanos en Panamá. En este viaje lograron encontrar grandes cantidades de oro.

Arrestados en La Española

Era tan malo el estado de las naves que se vieron obligados a dirigirse a La Española, estando allí, el gobernador Francisco de Bobadilla los encarcela. Finalmente, Juan de la Cosa y Rodrigo de Bastidas regresan a España en 1502. Al llegar la reina Isabel nombra, mediante cédula real de fecha 3 de abril de 1503, a Juan de la Cosa Alguacil Mayor de Urabá.

El título es otorgado como parte de la compensación por su participación en la expedición de Bastidas. Pero no sólo eso, el navegante también fue nombrado oficial de la nómina dentro de la nueva Casa de la Contratación. En tanto a Bastidas se le retiraron todos los cargos a los que fue acusado por el gobernador Bobadilla.

Los viajes de La Cosa

Antes de su muerte, La Cosa realizó unos cuantos viajes especiales y otros por su propia cuenta. Entre ellos destacan una misión en Portugal en 1503, dos viajes a las Indias como capitán en 1504 y 1507, además de la Junta de Burgos en 1508. Con estos viajes su fortuna ascendió a un millón quinientos mil maravedís.

Pero, el último viaje de Juan de la Cosa tuvo lugar en 1509 partiendo desde Sanlúcar de Barrameda en el septiembre. Previo a emprender este viaje, La Corona le confirió el cargo de teniente gobernador de Nueva Andalucía además de un cuantioso auxilio económico.

Para esta expedición el teniente viaja junto a su esposa Teresa, a sus hijos y dos esclavas. El 10 de noviembre de ese mismo año volvieron a partir desde Santo Domingo acompañados de tres naves y alrededor de 300 hombres. Entre los cuales se encontraba el soldado Francisco Pizarro.

Encuentro con los indios

En este viaje, De la Cosa pudo dar fin a una disputa entre Ojeda y Nicuesa, los nuevos gobernadores de territorios encontrados en el golfo de Urabá. Estos no tenían una idea clara sobre cuál era la frontera entre los territorios a su cargo. Así que el nuevo teniente delimitó el río Atrato para dividir los territorios entre Veragua y Nueva Andalucía.

En diciembre, Ojeda toma la decisión de desembarcar en la Bahía de Calamar en la Nueva Andalucía haciendo caso omiso de las recomendaciones de La Cosa. Este le había recomendado a Ojeda no molestar a los indígenas originarios de la zona pues eran muy peligrosos y atacaban con flechas envenenadas.

En cambio, Juan de la Cosa proponía cambiar el rumbo hacia las riberas del golfo de Urabá donde habitaban indios menos problemáticos. Sin embargo, estos consejos no fueron escuchados. Pronto los exploradores se vieron involucrados en un combate con los aborígenes donde los españoles obtuvieron el triunfo.

El ocaso de Juan de La Cosa

Con esta victoria Ojeda se vio con fuerzas para acabar con la resistencia de los caciques rebeldes que se habían hecho fuertes en la selva, llegando hasta Turbaco. Al llegar a este poblado, Ojeda, De la Cosa y todos sus hombres fueron emboscados por las fuerzas indias que hicieron un uso intensivo de las flechas contra los atacantes.

Ojeda logró huir de aquel sangriento combate, sin embargo, Juan de la Cosa y muchos de sus hombres cayeron abatidos en el acto. Al escapar, Ojeda se refugiaría en la bahía de Calamar donde se encontraban los expedicionarios de Nicuesa, su rival.

El contraataque de los españoles

El gobernador le cuenta a Diego de Nicuesa y sus hombres lo ocurrido, quienes parten de inmediato a vengar la muerte de sus compatriotas. Una vez que llegan a Turbaco, ambas expediciones se unen y destruyen todo lo que ven a su paso, haciendo numerosas bajas en las fuerzas indígenas.

No se sabe con exactitud cómo fue encontrado el cuerpo Juan de la Cosa. Algunas notas cuentan que el cadáver estaba lleno de flechas como si de un erizo se tratase. Otras niegan este hecho y mantienen que fue devorado por los aborígenes.

Sea como fuere, su viuda Teresa recibió una compensación por 45.000 maravedís con el objetivo de casar a su hija. También tomó posesión de todos los indios de su difunto esposo como recompensa por los servicios prestados. Nuestro protagonista de hoy, tuvo también un hijo del cual no se conoce cuál fue su destino, ya que debió heredar el cargo de Alguacil Mayor de Urabá.