Diego de Ordás, un conquistador español clave en la historia

1. Breve biografía de la vida de Diego de Ordás
2. El contexto histórico que vivió Ordás
3. Expedición a México
4. Expedición al Dorado
5. La muerte de Diego de Ordás
6. Preguntas frecuentes sobre Diego de Ordax
7. Seguro que te interesa

Breve biografía de la vida de Diego de Ordás

Diego de Ordás (1480-1532) fue un conquistador y explorador español que desempeñó un papel importante en la conquista de México y la exploración de la cuenca del río Orinoco durante el siglo XVI.

Su papel en la expedición de Hernán Cortés para la conquista de México lo convierten en una figura clave en la historia de América. Por eso, en este artículo, exploraremos la vida y obra de Diego de Ordás, su participación en las expediciones españolas a América del Sur y su legado en la historia de la conquista.

Diego de Ordás fue compañero en las batallas del cartógrafo Juan de la Cosa en la costa de la Selva del Darién, y formó parte de las expediciones de Diego Velázquez a Cuba. Tras esto participó en la conquista de México. Bajo la dirección de Cortés y él fue el primero en descubrir el Orinoco y su cuenca. Pero siempre será recordado por ser el primer europeo en llegar a la cima del Popocatépetl.

Diego de Ordás fue un gran explorador y militar español natural de Castroverde de Campos. En esta localidad zamorana se cree que nació en el año 1480, si bien se desconoce casi todo de su vida hasta su llegada a América. Si bien se quiere señalar que a Ordás también se le conoció como Diego de Ordax y Diego de Ordaz u Ordas, apareciendo esta variantes de su nombre en los textos indistintamente.

Ya en el Nuevo Mundo tendría un papel protagonista junto a los más grandes de su época, destacándose sus acciones junto al extremeño Hernán Cortés y su afamada travesía por el Orinoco, en la que sería de los pioneros en la exploración del interior de las actuales Panamá y Colombia.

”Sería Diego de Ordaz de cuarenta años cuando pasó a Méjico… era capitán de soldados de espada y rodela, porque no era hombre de a caballo; (llevaba una yegua rucia, pasadera que corría poco); fue muy esforzado y de buenos consejos, era de buena estatura e membrudo y la barba algo prieta y no mucha; y en la habla no acertaba bien a pronunciar ciertas palabras, sino algo tartajoso; era franco e de buena conversación”

Bernal Díaz del Castillo​ cronista de la Nueva España

El contexto histórico que vivió Ordás

El siglo XVI fue una época de exploración y conquista para España. Con la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492, España inició un período de expansión y colonización en el Nuevo Mundo. A lo largo del siglo XVI, los exploradores españoles conquistaron gran parte de América del Sur, incluyendo México y Perú.

Expedición a México

Hijo de Lope de Ordaz e Inés Girón, Diego de Ordaz llegó a Cuba muy joven, sirviendo a las órdenes de Diego de Velázquez y formó parte de las primeras expediciones a Colombia y Panamá. Tras estas, se unió a Hernán Cortés en su campaña para conquistar México.

El 25 de marzo de 1519, cerca del río Grijalva en tuvo lugar la Batalla de Centla, dónde Diego de Ordaz jugó un papel importante frente a los guerreros mayas y fue uno de los que se le reconocieron su valía tras la victoria obtenida.

Además, fue el primer europeo en subir a la cima del volcán Popocatépetl con dos compañeros, esta gesta causó una gran impresión en los indígenas aliados que acompañaban a la expedición de Cortés.

“Hartos estarán ya los caballeros que esto leyeren de oír razonamientos y pláticas de nosotros a los tlaxcaltecas y ellos a nosotros; querría acabar ya, y por fuerza me he de detener en otras cosas que con ellos pasamos, y es aquel el volcán que está cabe Guaxocingo, echaba en aquella sazón que estábamos en Tlaxcala mucho fuego, más que otras veces solía echar, de lo cual nuestro capitán Cortés y todos nosotros, como no habíamos visto tal, nos admiramos de ello; y un capitán de los nuestros que se decía Diego de Ordaz tomóle codicia de ir a ver qué cosa era, y demandó licencia a nuestro general para subir en él, la cual licencia le dió, y aun de hecho se lo mandó”.

Bernal Díaz del Castillo​ cronista de la Nueva España

Ya fuese por asegurar que ese osado hombre cumpliese su palabra, no le pasara nado o simplemente para dar fe de los hechos, cortes ordenó que fuera acompañado.

“Y llevó consigo dos de nuestros soldados y ciertos indios principales de Guaxocingo; y los principales que consigo llevaba poníanle temor con decirle que luego que estuviese a medio camino de Popocatepeque, que así llaman aquel volcán, no podría sufrir el temblor de la tierra y llamas y piedras y ceniza que de él sale, y que ellos no se atreverían a subir más de donde tienen unos cúes de ídolos que llaman los teules de Popocatepeque. Y todavía Diego de Ordaz con sus dos compañeros fue su camino hasta llegar arriba, y los indios que iban en su compañía se le quedaron en lo bajo, que no se atrevieron a subir, y parece ser, según dijo después Ordaz y los dos soldados, que al subir que comenzó el volcán a echar grandes llamaradas de fuego y piedras medio quemadas y livianas, y mucha ceniza, y que temblaba toda aquella sierra y montaña adonde está el volcán, y que estuvieron quedos sin dar más paso adelante hasta de ahí a una hora que sintieron que había pasado aquella llamarada y no echaba tanta ceniza ni humo, y que subieron hasta la boca, que era muy redonda y ancha, y que habría en el anchor un cuarto de legua”.

Bernal Díaz del Castillo​ cronista de la Nueva España

Por tales hazañas y méritos militares, el mismísimo emperador Carlos V le otorgó, el 22 de octubre de 1525,​ el derecho de poseer un escudo de armas con una vista del volcán. Así lo cuenta Bernal Díaz del Castillo

“El volcán que está junto a Guaxocingo echaba en aquella sazón mucho fuego, de lo cual nuestro capitán Cortés y todos nosotros nos admiramos de ello y un capitán de los nuestros que se decía Diego de Ordás tomóle codicia de ir a ver qué cosa era (…) y después de bien visto muy gozoso el Ordás volvió con sus compañeros (…) y cuando fue Diego de Ordás a Castilla lo demandó por armas (quiso incluir el volcán en su escudo de armas) a su majestad, e así las tiene ahora un su sobrino que vive en la Puebla”

Bernal Díaz del Castillo​ cronista de la Nueva España

No fue este el único episodio notable de la intervención de Diego de Ordaz en la conquista de México, aunque el azufre encontrado por Ordaz en el Popocatpetl serviría mucho después a los españoles para la fabricación de la pólvora. Bernal le asigna un papel destacado en el apresamiento de Moctezuma. En la huida y posterior toma de Tenochtitlán destacó este capitán por su valentía, al mando de cuatrocientos soldados.

Cortés le enviaría mas tarde a explorar y buscar alianzas con los indios de río Guazagualco, hoy Coatzacoalcos. A pesar de la cautela con que Cortés trató a Ordaz al comienzo de la expedición, Ordaz intervino en el apresamiento de Pánfilo de Narváez, el enviado por Diego Velázquez desde Cuba para detener a Cortés.

Ordás en la noche triste

Cómo decíamos, participó en la conquista de la Gran Tenochtitlán con el empleo de capitán. En la noche en que los españoles recibieron su más dura derrota, la conocida como la Noche Triste, sería herido por guerreros aztecas.

Yo dije: Diego de Ordaz, paréceme que podemos apechugar con ellos, porque verdaderamente sienten bien el cortar de las espadas y estocadas, y por esto se desvían algo de nosotros, por temor de ellas y por mejor tirarnos sus flechas y varas tostadas y tantas piedras como granizos. Y respondió que no era buen acuerdo, porque había para cada uno de nosotros trescientos indios; y que no nos podríamos sostener con tanta multitud; y así estábamos con ellos sosteniéndonos. Y acordamos de allegarnos cuanto pudiésemos a ellos, como se lo había dicho al Ordaz, por darles mal año de estocadas, y bien lo sintieron, que se pasaron de la parte de una ciénaga”.

Dialogo entre Bernal Díaz del Castillo y ordás durante una batalla.

La conquista de México fue un proceso largo y difícil que implicó numerosas batallas y negociaciones políticas. Diego de Ordás fue uno de los capitanes de Cortés y desempeñó un papel clave en varias batallas, siendo un hombre de confianza.

Después de la conquista de Tenochtitlán, Diego de Ordás fue nombrado gobernador de Tlaxcala, una región estratégica para el control del territorio mexicano. Durante su tiempo en Tlaxcala, Ordás estableció un gobierno estable y ayudó a consolidar el control español sobre el territorio. También participó en varias expediciones a otros territorios, incluyendo Guatemala y Honduras.

Tras la victoria española, se dedico a explorar las tierras de Oaxaca y Veracruz, navegando por el río Coatzacoalcos. Tras estos periplos fue enviado a España en 1521 para presentar a la corte española los sucesos de la conquista del imperio azteca y buscar el nombramiento de Cortés como gobernador y general de la Nueva España.

Estando otra vez en la península, Diego de Ordás pudo asistir a la segunda boda de Hernán Cortés que tuvo lugar en la salmantina población de Béjar en 1529.

Expedición al Dorado

Tras esto, el conquistador recibió los derechos de explorar las tierras del famoso Dorado, situado en la actual Venezuela. Así, partió por tercera vez hacia América y llegó al poblado indígena de Uyapari (actual Barrancas) en 1531.

Era ya 1531 y la expedición del español Diego de Ordaz, al mando de 350 hombres, partió desde Paria (Sucre) para explorar el río Orinoco en busca de la maravillosa ciudad de El Dorado.

Diego de Ordás fue el primer europeo en adentrarse en el majestuoso Orinoco. Si bien no fue nada fácil, siendo atacado por nativos, plagas y enfermedades del Caribe que le hicieron pasar por todo tipo de calamidades.

El reto del orinoco

Como se puede imaginar, el personal sufría y luchaba por su vida desde el principio de la navegación por el río. Las altas corrientes del río y la falta del viento agudizaron la mala pobre navegabilidad del barco. La embarcación demasiado grande, tuvo que ser remolcada por botes de remos. Las fuerzas se iban consumiendo de manera inevitable.

Durante dos meses viajaron río arriba en busca de la ciudad que tanto anhelaban, de la que les dijeron que era Paria. Ordas racionó la comida con cuidado y la distribuyó con moderación. Hizo lo que estaba en sus manos, pero acaso puede un hombre escapar de las duras condiciones de la jungla:

• Las picaduras de insectos.
• Los ataques de serpientes.
• Pumas.
• Cocodrilos
• Los hostiles indígenas.

Todo esto fue saboteando la salud y la moral de sus hombres. Si bien, no hay nada pero que lo psicológico y enfrentarse a problemas sin solución. El río tiene numerosas islas y afluentes, por lo que era imposible adivinar cuál era correcto, lo que provocó feroces debates y discusiones entre los miembros de la expedición.

La expedición acabaría en fracaso y con un Diego de Ordás enfermo y deseoso de volver a la Península.

La muerte de Diego de Ordás

Diego de Ordaz murió en el Atlántico, posiblemente envenenado, cuando cansado y enfermo regresaba a España para defender sus descubrimientos de las intrigas e insidias de sus rivales y enemigos. De su final dice Fernández Oviedo en su ”Historia de las Indias”: “Y yendo a Castilla murió y le echaron al mar en un serón”.

Creo que Diego de Ordás fue un buen soldado que lo dio todo, pero de todo lo que he leído creo que me quedo con la siguiente descripción:

“aconseja difícil y bueno; es una buena altura y membrana, y tiene una cara muy fuerte, y una barba un poco y no demasiado ; Me equivoqué en palabras, pronuncié algunas palabras, pero algo fue más esfuerzo; fue Franco y una buena conversación “

Bernal Díaz del Castillo

Preguntas frecuentes sobre Diego de Ordax

Seguro que te interesa

Diego de Ordás opta por Paria, el motivo de su decisión por Demetrio Ramos Pérez.