Tabla de contenidos
- Primera parte, 1910-1911
- Segunda parte, 1911-1912
- Tercera parte, 1912-1913
- El Plan Scott
- Regreso del Equipo II y rescate del Tte. Evans
- La desagradable sorpresa
- Cansados y desmoralizados, inicio del regreso
- One Ton Depot; tan cerca y tan lejos
- Si quieres saber más
El plan de Scott estaba planificado en tres partes, durante tres temporadas consecutivas:
Primera parte, 1910-1911
Se establecería una base en la costa o en la región de la isla de Ross, esto dependería de las condiciones en las que se encontrara la zona. Una vez establecida dicha base, ésta pasaría a ser el campamento base de la expedición y el lugar de los experimentos científicos. Los integrantes de la expedición se dividirían en tres grupos para poder ejecutar las diferentes misiones. Dos de ellos, realizarían trabajos científicos y el tercero y más grande, llevaría a cabo los preparativos para alcanzar el Polo Sur.
Los trabajos científicos comenzarían por una exploración de la península de Eduardo VII o de la Tierra de Victoria, mientras que un equipo de geólogos trabajaría al oeste de las montañas Transantárticas. Sin embargo, la mayor parte de la expedición, se concentraría en el establecimiento de depósitos intermedios de víveres en la barrera de hielo de Ross en el itinerario previsto hacia el Polo Sur, con vistas a la segunda parte de la expedición.
Segunda parte, 1911-1912
La larga travesía hacia el Polo Sur sería la actividad principal de la segunda parte de la expedición. Participaría todo el personal disponible, pero únicamente en partes limitadas del trayecto.
Seguirían el camino de Shackleton durante la expedición Nimrod a través de la Barrera de hielo de Ross, ascendiendo por el glaciar Beardmore, para después avanzar a través de la meseta Antártica hasta el Polo Sur. Los trabajos científicos y geológicos proseguirían tanto en la base como durante el trayecto.
Tercera parte, 1912-1913
La tercera parte vería la finalización del programa científico. Además, si el primer viaje hacia el Polo no hubiese tenido éxito, eventualmente se intentaría en este periodo otra nueva travesía al Polo.
El Terra Nova no pasaría el invierno en la Antártida. Después del desembarco del grupo y del equipamiento al campo base, el equipo de apoyo exploraría el sector de campo, y permanecería en Nueva Zelanda. El plan contemplaba que el Terra Nova, regresaría en enero-febrero de 1912 para aportar abastecimiento, víveres y personal de reemplazo. Finalmente, su último trayecto a la Antártida se efectuaría en enero de 1913 para repatriar la expedición.
El Plan Scott
Plan travesía Polo Sur, itinerario y cálculos
El 13 de septiembre de 1911, Robert F. Scott reveló el plan para acometer el largo viaje hacia el Polo Sur a sus hombres. Un viaje de ida y vuelta donde recorrerían 2842 kilómetros, con salida desde la península de Hut Point y con una duración estimada de 144 días. El plan Scott, seguiría el mismo itinerario utilizado por Shackleton durante la expedición Nimrod.
Un total de dieciseis hombres comenzarían el viaje, utilizando todos los medios disponibles, vehículos motorizados, caballos y perros desde la Barrera de hielo de Ross hasta la base del glaciar Beardmore.
Durante esta primera etapa, estaba previsto que los perros regresaran al campamento base, y una vez alcanzado el glaciar Beardmore, se sacrificaría a los caballos con el objeto de tener reservas de carne fresca. Doce hombres en tres grupos serían los encargados de adentrarse en el glaciar, izando y tirando del material ellos mismos. De estos tres equipos, sólo uno intentaría la conquista del polo, mientras que los otros dos se articularían como grupo de apoyo. La idea era que estos equipos, irían regresando a medida que se fueran alcanzando latitudes más cercanas al Polo. La composición final del grupo polar, sería decidida por Scott durante el viaje.
La dificultad a la hora de realizar los cálculos oportunos en cuanto a velocidad de avance, distancias diarias a recorrer, consumo de raciones e interoperabilidad entre los diferentes medios de arrastre, hacía del Plan Scott, un plan muy complejo.
Ejecución del plan Scott
El 24 de octubre de 1911, partió desde el cabo Evans una columna motorizada de dos vehículos con la orden de transportar un cargamento hasta la latitud 80º 30′ S y de esperar allí al resto de los equipos.
Pero poco antes del 1 de noviembre los dos vehículos motorizados se averiaron, teniendo los hombres que transportar los 336 kg de abastecimientos restantes a pie. Recorrieron 241 kilómetros hasta el punto marcado por Scott, llegando con 2 semanas de retraso. El resto de los equipos que dejaron el cabo Evans el 1 de noviembre vieron también su avance ralentizado debido a las malas condiciones meteorológicas y al rendimiento variable de los caballos. Finalmente el 21 de noviembre se encontraron en el punto designado todos los equipos. El 24 de noviembre, Bernard Day y F. J. Hooper recibieron la orden de Scott de regresar a la base.
El 4 de diciembre, la expedición acampó en un lugar llamado la “pasarela”, siendo el paso entre la Barrera de hielo de Ross y el glaciar Beardmore. Como consecuencia de una tormenta de nieve, la expedición se vio obligada a permanecer en dicho lugar hasta el 9 de diciembre. Esto provocó, que se comenzara a consumir prematuramente, raciones que estaban destinadas a la travesía por el glaciar. Cuando la tormenta cesó, se llevó a cabo el sacrificio de los caballos supervivientes tal como estaba planeado, almacenando su carne en depósitos y supliendo las raciones consumidas.
El 11 de diciembre, Scott dio la orden de regreso al campamento base con los perros a Cecil Meares y Demetri Gerof.
Ascensión glaciar Beardmore
A partir de este momento, doce hombres divididos en tres equipos, comenzaron la ascensión el glaciar Beardmore (el mayor glaciar del mundo con una longitud de más de 160 km) con el objetivo de instalar el Upper Glaciar Depot. Esto ocurrió el 20 de diciembre de 1911. Una vez instalado el depósito, Scott ordenó al Equipo III liderado por Atkinson, regresar a base para vigilar y reabastecer el deposito One Ton. También debían preparar los perros y llevarlos al sur, con el objeto de que sirvieran de ayuda para el regreso del resto de equipos.
A una latitud de 85º 20′ S, siendo 22 de diciembre, Scott todavía no había decidido aún que personal le acompañaría en el viaje al polo. Los equipos I y II continuaron en su travesía hacia el sur en buenas condiciones, alcanzando una latitud de 87º 32′ S el 4 de enero. Fue en ese momento, cuando Scott decidió la composición final del personal que le acompañaría al polo. Bowers se incorporaría al Equipo I, conformando el llamado Equipo Polo Sur.
Regreso del Equipo II y rescate del Tte. Evans
El Equipo II liderado por el Tte. Evans, recibió orden de regresar a la base, dándole Scott, instrucciones precisas concernientes a los perros. Durante el viaje de regreso del Equipo II, Evans enfermó gravemente de escorbuto. El equipo consiguió llegar hasta el One Ton Depot, pero en ese momento Evans ya no estaba en condiciones de poder continuar con la marcha.
Fue transportado por el resto de los integrantes del equipo en un trineo hasta una distancia aproximada de 8 km de la península de Hut Point. El equipo decidió acampar en dicho punto, mientras Thomas Crean continuó en solitario hasta Hut Point para pedir ayuda. Crean, por fortuna se encontró con Patrick Atkinson y Demetri Gerof, que se encontraban con los perros preparando el reabastecimiento del depósito de One Ton. Se conformó un equipo de rescate y Evans pudo ser transportado moribundo hasta el campamento base.
La desagradable sorpresa
El equipo de Scott, continuó su larga marcha hacia el sur, sobrepasando el punto más extremo de la expedición Nimrod de Ernest Shackleton (88° 23′ S). Siete días más tarde, a aproximadamente 24 km de su destino, vislumbraron un objeto negro sobre la superficie blanca de la Antártida.
La expedición británica por primera vez fue consciente de la posibilidad de que los hombres de Amundsen se les hubieran adelantado. El día 17 de enero alcanzaron el Polo Sur, haciéndose realidad sus sospechas, puesto que aquel objeto negro en mitad de la meseta antártica, no era otra cosa, más que una tienda negra, en la cual ondeaba la bandera noruega de la expedición de Amundsen. En el interior de la tienda, encontraron algunos suministros y una misiva dirigida al rey Haakon VII, con el fin de autentificar su hazaña, y una nota en la que pedía cortesmente a Scott que la entregara. Los británicos descubrieron que los noruegos habían alcanzado el Polo Sur el 14 de diciembre de 1911.
El contenido de la carta dirigida a Scott es el siguiente:
Querido comandante Scott:
Como Vd. será probablemente el primero en llegar aquí después de nosotros, ¿puedo pedirle que envíe la carta adjunta al Rey Haakon VII de Noruega? Si los equipos que hemos dejado en la tienda pueden serle de alguna utilidad, no dude en llevárselos. Con mis mejores votos. Le deseo un feliz regreso.
Sinceramente suyo.
Amundsen
Roald Amundsen
Cansados y desmoralizados, inicio del regreso
“Lo peor ha ocurrido. Una simple ojeada nos revela todo. Los noruegos nos han adelantado… Mañana iremos hasta el polo, y luego volveremos a la base lo más rápidamente posible”. Diario de Scott, 16 de enero de 1912.
Este hallazgo, provocó una gran decepción en el equipo. Scott consciente de que la amargura se apoderaba de sus hombres, mandó confirmar la posición y plantar la bandera británica. A continuación, dio orden de regresar al campamento base al día siguiente. Aproximadamente durante tres semanas, el equipo británico, pudo progresar a buen ritmo con una media de 23 km diarios. El mayor inconveniente, fue que se trataba de una carrera contra el tiempo, puesto que el invierno antártico iba avanzando inexorablemente. La temperatura cada vez más gélida, provocó que la nieve se volviera más dura y espesa, incrementando la adherencia de los esquís y de los trineos.
Descenso glaciar Beardmore y muerte de Evans
El 7 de febrero ya en el glaciar Beardmore, comenzaron su descenso hacia la gran barrera. Se hizo difícil la localización de los depósitos por parte del equipo durante el trayecto de vuelta debido a las condiciones climatológicas. A pesar de estas dificultades y de la premura de tiempo, Scott dedicó media jornada a trabajos geológicos, recogiendo muestras. En esos momentos, Edgar Evans se encontraba en un estado se salud muy comprometido. Una antigua herida en la mano, la cual no se le llegó a curar, precipitó rápidamente un empeoramiento de su estado. El 17 de febrero de 1912, muy cerca de finalizar el descenso del glaciar, el cuerpo de Evans no aguantó más y falleció.
El sacrificio de Oates
Ya en la barrera, el equipo británico se vio expuesto a unas condiciones meteorológicas extremas. Esto, unido a la malnutrición, el escorbuto que empezó a hacer mella y la deshidratación, condenó definitivamente al grupo.
La marcha se ralentizo sobremanera, la reducción de ingesta de alimentos intentando racionar las provisiones que iban siendo recuperadas en los depósitos a su paso, debilitó y consumió las fuerzas del grupo. Lawrence Oates, con una vieja herida de guerra en el pie, el cual se le iba congelando progresivamente, se vio incapaz de poder continuar con la marcha. Siendo el día de su 32 cumpleaños, el 17 de marzo, conocedor de que la única oportunidad para la supervivencia del equipo, pasaba por abandonarle en la barrera, decidió salir de la tienda en mitad de una tormenta dejando para la posteridad las siguientes palabras: “voy a salir y puede que por algún tiempo”.
Sus compañeros intentaron buscarle en medio de la tormenta pero no lo consiguieron. A pesar del sacrificio de Oates, no sería suficiente para salvar al resto de la expedición.
One Ton Depot; tan cerca y tan lejos
Los tres supervivientes, Scott, Wilson y Bowers, continuaron su avance hasta quedarse a escasos 18 km del depósito de One Ton. Lamentablemente, el 20 de marzo de 1912, quedaron totalmente bloqueados por una violenta ventisca. Intentaron reanudar la marcha en un par de ocasiones siendo esto imposible. Solos en el interior de la tienda, rotos por el esfuerzo, fueron consumiendo sus últimas raciones, con la esperanza puesta en que sus camaradas del campo base les auxiliaran. El 29 de marzo de 1912, Scott escribe sus últimas líneas en su diario.
“Todos los días estamos dispuestos a partir hacia nuestro depósito a 11 millas, pero a la entrada de la tienda persiste un remolino de nieve. No pienso que podamos esperar nada mejor ahora. Perseveraremos hasta el final, pero nos estamos debilitando, por supuesto, y el final no puede estar lejos. Es una lástima, pero creo que no puedo escribir más.
Por Dios cuida de nuestra gente”.
Scott en su diario.